Comunicación en gotas
Por: María Eugenia Fuenmayor
No se trata de hacer encomio de la mujer por tan solo pertenecer a ese género. Pretendo, más bien, dar visibilidad al hecho de que, estadísticamente, ese ser humano ha demostrado poseer mayor sensibilidad frente a la injusticia y se crece ante las luchas, en cualquier espacio y circunstancia. Creo en la posibilidad de superación de todos, como humanos que somos, independientemente del género, raza o credo.
Pero la crónica de la historia responde generalmente al estereotipo de la figura del hombre iluminado que lucha a capa y espada, cuando se trata de cruzadas contra la injusticia social y las tiranías que agobian a países enteros, a veces, incluso, más allá de sus propias fronteras. El reconocimiento del papel de la mujer en estos escenarios de lucha por la democracia ha sido mezquino, a pesar de su presencia constante que, en no pocas ocasiones ha significado, incluso, la entrega de la vida por la libertad y la prosperidad.
Esa pasión que nos es característica por naturaleza, se expone para encarar a la injustica y a las perversiones del poder expresadas en la violación contumaz de los derechos de los más vulnerables. Cada vez más, las mujeres tomamos más espacios cuando se trata de defender lo nuestro y a los nuestros.
Hay miles de ejemplos valiosísimos que pudiéramos compartir, pero la brevedad impuesta de estas líneas me obliga a tomar solo algunos casos emblemáticos de aquí y de allá.
Joven y valiente
Génesis Carmona era una venezolana de Valencia que se describía como «amable pero no tonta y apasionada de la vida». Si bien le entusiasmaba el marketing, la moda y @pabloAlboran, su país también fue su pasión. Respaldó al movimiento estudiantil de 2014, y se hizo presente en las protestas de aquellos días. Se expresó contra la tendencia de los poderosos a poner etiquetas ofensivas e inmerecidas a aquellos que por derecho democrático se le oponían. El 18 de febrero de aquel año, en unos eventos de represión brutal, fue asesinada en plena manifestación.
Combativa como su madre
Ana Rosario Contreras se ubica en la primera línea en la lucha por los derechos de los profesionales de la salud. Los pacientes y los trabajadores del sector que lidera, la hace una batalladora tenaz e incansable por estas y otras causas, a pesar de que confiesa su temor por los riesgos que sus acciones conllevan… pero, sin embargo, lo hace. “Solo debemos arrodillamos ante Dios y debemos estar de pie ante la adversidad”, afirma, al referirse a aquella adversidad que tiene su origen en el constante irrespeto a los derechos esenciales de los ciudadanos.
En solo segundos, llegó a millones
Marina Ovsyannikova, editora del Canal 1 Ruso controlado por el Kremlin, apareció sorpresivamente en cámara en medio del noticiero televisivo más visto en Rusia, con un cartel que decía: «No a la guerra. Paren la guerra. No crean en la propaganda. Aquí les están mintiendo». Al momento de escribir este artículo, se supo que la editora fue liberada de la custodia policial, luego de 14 horas de interrogatorio, 2 días sin dormir y un juicio exprés en el que se le impuso una penalidad de 254 euros (equivalentes a 30.000 de los devaluados rublos, justamente como consecuencia de esa guerra irracional).
Al día de hoy, más de 15 mil manifestantes contra la invasión rusa en Ucrania han sido detenidos, pero ninguno ha logrado llegar a tantos hogares como lo hizo Ovsyannikova, en apenas segundos de pantalla, según relata la BBC https://www.bbc.com/mundo/media-60751410
Mujeres ucranianas imparables
Cerca de 25 % de las fuerzas juveniles armadas que enfrentan a la invasión rusa en Ucrania no solo luchan con armas por su país, sino que también emplean la creatividad a través de los símbolos que utilizan para desafiar a las tropas rusas, confrontando a los soldados invasores y entregándoles flores como símbolo de paz, según lo atestigua Olesya Khromeychuk, quien dirige el Instituto Ucraniano en Londres. Muchas otras mujeres de diverso origen y condición invierten sus energías y recursos en el cuidado de las poblaciones más afectadas en medio de este conflicto.
En un video que circuló profusamente por las RRSS, se evidencia un mensaje emitido por mujeres del ejército ucraniano en el que declaran: «Somos mujeres de Ucrania. Hemos bendecido a nuestros hombres para que protejan nuestra tierra. Ya hemos puesto a nuestros hijos a salvo. Nos unimos a los hombres y al ejército para destruir al enemigo en cada palmo de nuestra tierra….lo haremos por cada niño, mujer, hombre o casa destruida…».
En estos tiempos difíciles, de populismo, de ambición desbocada y de manipulación a través de narrativas que pretenden enmascarar la intención de dominación y sometimiento de los ciudadanos, corresponde refrenar los miedos y batallar por la justicia para allanar el camino a la libertad.
La condición de mujer no corresponde a grupo identitario alguno. Toda mujer es un ser humano con herramientas naturales y aprendidas que contradicen a gritos cualquier pretensión de existencia o justificación de las anacrónicas brechas de género. Además, nadie mejor que la mujer representa el concepto de familia, entrega y solidaridad; justamente las virtudes que se requieren para la unión y permanencia de nuestra especie. Entonces: menos machismo y/o feminismo o cualquier otro «ismo», ¿o no?
MARÍA EUGENIA FUENMAYOR | @mefcal
Experta en mercadeo, comunicaciones y reputación. Directora ejecutiva de Interalianza Consultores.
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