Por: Freddy Bogady
Los pescadores artesanales del estado Sucre están atravesando por un verdadero calvario para poder pescar. La falta de suministro de gasolina, por parte del Gobierno, dificulta las faenas de pesca. Muchas veces, cuando se adentran en el mar en busca de bancos de pesca se les acaba el combustible durante la travesía y quedan a la deriva. A esto se le suma la necesidad de un plan de ayuda para el mantenimiento de las embarcaciones, pues los materiales para reparar los botes son muy costosos, al igual que los repuestos para los motores y los implementos de pesca.
Esta situación tiene al sector pesquero artesanal empobrecido. Estoy hablando de esos que laboran con anzuelo, palangreros y atarraya. Los más humildes y necesitados del sector, pero que tienen este oficio como principal ingreso económico y fuente de alimentación de su familia.
Estos trabajadores del mar han denunciado que debido a la ausencia de ayuda gubernamental muchos botes se han podrido en las enramadas, mientras esperaban los recursos para ponerlos en funcionamiento. En consecuencia, han debido abandonar su oficio y comenzar en otros desde el principio.
Recuerdan los pescadores de los municipios parianos y otros del estado Sucre la existencia, años atrás, del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario, que poseía oficinas en la ciudades de Cumaná y Carúpano. La institución otorgaban créditos al sector pesca previa proformas emitidas por las casas comerciales que para entonces estaban surtidas con insumos para la construcción de botes peñeros, motores fuera de borda de buenas marcas, así como anzuelos, redes y todo lo necesario para la actividad pesquera.
Los pescadores piden al Gobierno nacional la restitución de los organismos crediticios porque, de lo contrario, este sector tan deprimido profundizará su deterioro. Condiciones que ya pueden apreciarse en algunas poblaciones del oriente del país.
Las consecuencias de la falta de apoyo gubernamental se expresan en la disminución de la producción y del empleo, especialmente en las áreas de enhielado, descargas, comercialización, reparación y elaboración de palangres, atarrayas, trenes, construcción y restauración de los botes y de las enramadas.
Para estos trabajadores lo último que se pierde es la esperanza, y no dejan de elevar sus plegarias a la Virgen Del Valle patrona de los pescadores, cuyo día se celebra en septiembre, para que le toque el corazón al Gobierno nacional y les devuelva las condiciones que al menos tenían hace 20 años atrás. El valor que tenía el oficio traducido en la aprobación de políticas públicas de amparo e incentivos al sector pesquero artesanal del estado Sucre.
FREDDY BOGADY FLORES | Facebook: Freddy Bogady Flores.
Abogada güireña / Activista comunitaria
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