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jueves, 5 diciembre, 2024

Las cifras negras de la Educación y el reto de un nuevo Gobierno (II)

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Por Jesús Noel Hermoso F.

El 7 de junio pasado la vicepresidente Delcy Rodríguez anunciaba como logro histórico de su Programa de Recuperación Económica, el financiamiento a un “emprendedor”. Se trataba del señor Jorge Antonio, un profesor de un liceo de Puerto Ordaz. Detrás de aquella tragicómica puesta en escena, retumban las palabras veladas que el docente soltó sin querer: “En 2020, con la situación y la cuestión, decidimos de manera familiar emprender con la chicha”. 

En resumen, su historia confirma la deriva que tuvo el ejercicio docente en el país. De ejercer una de las más sagradas y vitales profesiones para la nación, la de educador, Jorge Antonio pasó a vender chicha en la calle para sobrevivir. Esto se repite masivamente y no es ninguna señal de “recuperación económica”. 

El 80 % de la planta profesoral, de acuerdo con lo calculado por el Movimiento de Educadores Simón Rodríguez (MESR), ha abandonado las aulas para sobrevivir. La migración trasciende el éxodo de 7 millones de habitantes. Los docentes también han migrado a otras actividades económicas como resultado de la destrucción total e ignominiosa de su salario, de su condición laboral y de la profesión docente. 

Recuento de lo que les quitaron

Pero ¿qué cosas han perdido los maestros? Le solicité a Raquel Figueroa, fundadora del MESR, una descripción más precisa sobre qué han perdido en materia de derechos laborales los maestros en los últimos años. Pero lo que nos contó es ignominiosamente extenso.

Desde 2018, cuando la narrativa del Bloqueo Económico no había tomado cuerpo, a los maestros del país les comenzaron a quitar los beneficios contractuales. La lista es tan bárbara que ni Javier Milei, presidente argentino considerado “ultraliberal”, habría soñado con tal “proeza” económica en materia de reducción de la inversión en Educación, considerada como “gastos del Estado”. 

Veamos los primeros despojos. A los educadores les eliminaron, gota a gota, las primas y bonos por contribución asistencial, antigüedad, Bono Simón Rodríguez, Bono Nocturno, Día del Padre, Día de las Madres, transporte, hogar e hijos, hijos especiales (con discapacidad), becas para hijos, HCM, créditos hipotecarios, bono asistencial al jubilado, bono por discapacidad, seguro funerario, bono de inicio de año escolar, por Matrimonio, por nacimiento de hijo, bono Semana Mayor, contribución navideña y por diferencias intercategorías. 

Narra Figueroa que “todos fueron aportes conquistados por los maestros para paliar la reducción real y progresiva de sus ingresos durante décadas”. No tenían incidencia salarial, pero permitían paliar algunas limitaciones del salario, respecto a sus pares latinoamericanos. 

Pero no fue solo bonos lo que les eliminaron. Del Ipasme, el seguro de los maestros del país, eliminaron el sistema de créditos que permitía que sus propios ahorros, con aportes del Estado, brindasen un servicio. Los despojaron de los créditos hipotecarios, que alguna vez permitieron adquirir vivienda propia, créditos turísticos, créditos para adquisición de vehículos, créditos refacción de vivienda y créditos personales, además de la destrucción de la atención médica y de salud de este instituto.

Las cifras negras de la Educación y el reto de un nuevo Gobierno (I)

Respecto al salario y las primas y bonos que sí tenían como base el salario, redujeron en más del 50 % los bonos de: aspectos del ejercicio docente, geográficos Rural/Insular, la ayuda asistencial/hogar, el bono por ser especialista, el de maestría, el de doctorado y el de antigüedad.

Pero falta más. Desde 2018 hasta hoy los maestros perdieron un 280 % de aumento no pagado de la segunda contratación colectiva 2018-2020. Y si se aplica la recurrencia, el porcentaje adeudado por el Estado se eleva a más de 1.300 %. 

Adicionalmente, los maestros vieron mermar en 46 % su ingreso desde marzo 2022, luego de la aplicación del Instructivo Onapre. Este instructivo congeló el sueldo desde 2022 y también congeló la progresividad de los montos de las prestaciones sociales, bono vacacional, recreacional y aguinaldos.

Consecuencias inmediatas 

En el escrito anterior vimos cómo la carrera docente se ha destruido en Venezuela, principalmente por la reducción ostensible del salario y las condiciones socio económicas de los maestros. ¿Quién querría ser maestro para morir de hambre? Pero los resultados van más allá de la caída del número de egresados docentes.

Los maestros, activos y jubilados, han migrado de su profesión. El chichero citado al inicio es apenas una muestra tragicómica de la situación laboral de los educadores. Cerca de 200.000 docentes abandonaron las aulas en los últimos años. No hay cifras actualizadas pero el último registro cuenta cerca de 500 mil docentes en 2021. La cifra muy seguramente se redujo ostensiblemente luego de tres años de destrucción salarial.

En un reportaje realizado por la BBC, una docente narró la situación de sus colegas. “Conozco docentes que son mototaxistas, que hicieron cursos de community manager, maestras que trabajan haciendo cejas, colocando pestañas… Otros que hicieron un curso de masajes reductores y terapéuticos, profes de gimnasia que se fueron a gimnasios. Están en cosas más lucrativas que dar clase en una Escuela”.

Pero ¿qué hacen los maestros para luchar por cambiar esta realidad a la que han sido sometidos? Los sindicatos, las organizaciones gremiales y los dirigentes como Raquel Figueroa, consultada para esta serie de escritos, han entregado sus últimos años de vida a luchar por el futuro de la carrera a la que dedicaron su vida: la docencia.

Los maestros han encabezado la emergente protesta social que ha sacudido al país los últimos tres años. Desde los Jubilados y Pensionados, liderados principalmente por los maestros, hasta el protagonismo reciente en muchos comandos de campaña de la oposición. Pero la situación de fragmentación de la organización sindical ha limitado profundamente la defensa de sus conquistas. Las formas de protesta, de organización, entre otros, han resultado una traba que abordaremos en un próximo artículo.

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