La incógnita del tercer intento para traer gasolina iraní a Venezuela

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EL PODER EN EL PAÍS


Por: Rogelio Guevara Cantillo

Estamos en presencia del tercer intento para abastecer a Venezuela con gasolina iraní. Vale recordar que la primera vez fue en mayo de este año y Nicolás Maduro y todo su equipo lo celebraron como una gran victoria. El segundo chance, a mediados de agosto, fue infructuoso: el Gobierno estadounidense amenazó a propietarios de cuatro barcos, aseguradoras y capitanes de las embarcaciones que venían al país con sanciones, para obligarlos a entregar su carga sin necesidad de uso de la fuerza militar. El tercero es un misterio. Se pudo conocer de forma extraoficial que vienen en camino tres buques con gasolina iraní. 

Para Samir Madani, director de Tanker Trackers Inc, empresa dedicada al monitoreo de barcos petroleros y comerciales, es posible que tres embarcaciones de bandera iraní estén en la misión de traer gasolina a Venezuela. Este trayecto lo cumplirían con su sistema de ubicación en “off”, es decir con sus transpondedores AIS (Sistema de Identificación Automático) apagados, práctica que es costumbre de las unidades de transporte marítimo de Irán. Madani agrega en este orden de ideas: “Francamente, no me sorprendería en este momento, dado que los iraníes experimentan cada semana con nuevas tácticas evasivas”.

Estos buques serían el Forest, Faxon y Fortune y se presume que su cargamento combinado es de 825.000 barriles de gasolina, lo que representa entre 25 a 30 días de producción en las críticas condiciones de la industria venezolana (que apenas elabora cerca de 30.000 barriles por día). De tener éxito la llegada de este tercer pedido, los conductores venezolanos deben recordar que al consumo real aquí -que se ha visto mermado en los últimos meses- se le debe restar lo que se enviará a Cuba una vez estos tres buques logren arribar al país.

Llegaron nuevamente las colas a Caracas para surtir el preciado combustible al parque automotor. En el pasado abundante y sin “costo” alguno para los venezolanos, hoy en la Venezuela socialista, a pocos pasos del 2021, la gasolina es escasa y de lujo, en los hechos. En todas las estaciones se terminará vendiendo a precios internacionales (hoy en día en $0,5 el litro en su versión oficial, pero en muchas locaciones del país en 2 a 4 dólares de manera ilegal en los mercados negros) o más en el futuro, porque el sistema de subsidio feneció. Es una realidad que no se puede eludir. El venezolano se caracteriza por tristemente evadir muchas veces la realidad, en especial en lo político y económico. Mientras el mundo continúa su avance, nosotros hemos retrocedido a inicios de 1900, en especial en materia de producción petrolera. 


Estos buques serían el Forest, Faxon y Fortune y se presume que su cargamento combinado es de 825.000 barriles de gasolina, lo que representa entre 25 a 30 días de producción en las críticas condiciones de la industria venezolana (que apenas elabora cerca de 30.000 barriles por día)

Rogelio Guevara

La información de dominio público es la siguiente: los complejos refinadores no operan en su totalidad; en el mejor de los casos se produce en cerca de 20% a 30% durante una semana, pero la siguiente es una incógnita, debido a los constantes accidentes y fallas de las refinadoras de El Palito o Amuay. Se ha podido surtir algo al mercado automotor gracias a esa menguada producción. Los antiguos inventarios iraníes se terminaron o están próximos a finiquitar, por lo que revelan fuentes dentro de la industria bajo condición de anonimato. Al día de hoy hay silencio en Miraflores y Petróleos de Venezuela con el tema de producción, consumo e inventarios de gasolina en el país. Durante meses, desde el inicio del COVID-19, las comunicaciones oficiales se limitan a unas estadísticas poco confiables sobre la pandemia de coronavirus, como la polémica información de las estadísticas del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel de 965 muertes versus los 436 reportados por el gobierno de Nicolás Maduro. En relación con otros problemas nacionales y en especial económicos no hay información.  

En opinión del profesor experto en energía del Instituto de Estudios Superiores en Administración (Iesa), Oswaldo Felizzola, los buques iraníes no podrían entrar al famoso canal de Suez o espacio marítimo de Europa con el sistema AIS apagado, ya que serían detenidos inmediatamente por violar normas marítimas internacionales. Así mismo agrega Felizzola que al estar apagado el sistema AIS, el barco no informa su identidad, ni a dónde se dirige, ni condiciones de carga, ni origen, destino, ni dueño entre otros elementos informativos de relevancia y de cumplimiento legal. Este sistema apagado genera “suspicacias”, porque se desconoce la carga y se podría presumir que esconde algo ilegal. Si desea hacer llegar la carga sin levantar sospechas, teóricamente Irán tendría que recorrer un camino más largo, pasando por el sur de África, algo más costoso para Venezuela, que es el importador. En condiciones normales, ese viaje dura entre 15 a 20 días cumpliendo las rutas comerciales habituales. En caso de “rutas evasivas” por parte de Irán, para no repetir la experiencia del segundo viaje que sufrió la confiscación estadounidense, podría tardar quizás entre 30 a 40 días.

En estos momentos se dice que estos buques, que aparentemente llevan gasolina iraní para el pueblo de Venezuela, pasaron el Cabo de Buena Esperanza al sur del continente africano. En esta ocasión habrá mucho silencio por parte de la embajada de Irán en Caracas y por parte de Miraflores hasta que la “misión no se cumpla”. ¿Podrá Hasán Rohani en esta oportunidad ayudar a su aliado Nicolás Maduro? ¿Qué maniobras harán los buques iraníes para sortear las amenazas en su camino marítimo hasta una atribulada Venezuela desesperada por gasolina? ¿Qué decidirán en la oficina oval del ala oeste de la Casa Blanca? ¿Pasar o no pasar ese tercer cargamento de gasolina persa? Estos envíos, de ser cierto por parte del régimen iraní, ¿se habrán pagado, en qué forma y cuándo? ¿Correrá Irán el riesgo de que le decomisen nuevamente la carga? De ocurrir esto, ¿cómo se manejaría a nivel comunicacional en los medios de Estados Unidos, Irán y Venezuela y en especial los de Nicolás Maduro? Recuerden que, de la confiscación del segundo envío, Miraflores declinó opinar y bajar la cabeza. Este tercer envío de gasolina es, en Miraflores y Petróleos de Venezuela, una información que solo un puñado de privilegiados conocen. Según el socialismo venezolano, “Pdvsa ahora es de todos”, aunque en realidad, quizás más de unos que de otros. Todo este laberinto pareciera no tener salida, irónicamente en el país potencia energética del mundo, Venezuela.  


ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @rogeliogcmundo

Analista, especialista en comercio internacional.

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