EL PODER EN ESTE PAÍS
Por: Rogelio Guevara Cantillo
La tragedia humanitaria en Venezuela no se detiene. El sábado 24 de abril, el comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos, David Smolansky, denunció un nuevo naufragio de venezolanos que se dirigían a Trinidad y Tobago para escapar del país. La desventura se presentó en la zona de Boca de Serpiente, localidad cercana a Delta Amacuro y Trinidad y Tobago. El país se encuentra en un laberinto sin salida sin poder hallar soluciones, crisis que se agrava con la pandemia global de COVID-19 y en especial atenuada en Venezuela por la carencia de una política pública de salud con objetivos bien definidos.
Con relación a este tema, muchos han sido los esfuerzos que se han efectuado por parte de la sociedad democrática nacional e internacional con Venezuela, para que la ciudadanía reciba la correspondiente vacunación para evitar la propagación de la pandemia. La solución que buscan los principales líderes políticos, empresariales y sociales es recurrir al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax). Un actor mundial con seriedad para abogar por Venezuela en el tema Covax es el Estado Vaticano, garante con fortaleza para la vacunación masiva. Con relación a este tema, conversé con la experta en Ciencias Políticas y Derecho, María Verónica Torres Gianvittorio.
Torres Gianvittorio piensa que el gobierno interino se equivoca al abordar el diálogo político con Nicolás Maduro para la vacunación masiva de venezolanos contra el COVID-19, presionando con la misma estrategia usada con la actual crisis humanitaria que se evidencia en una escalada de presión política internacional con sanciones económicas y militares. “Maduro blindó su poder con una robustecida red comercial, a través de vías financieras alternativas creadas para evadir las sanciones; reforzó convenios militares reuniendo importantes aliados internacionales capaces de redistribuir las fuerzas políticas en la región y desestimó los pronunciamientos, informes y dictámenes de los sistemas y cortes internacionales de protección y defensa de derechos humanos”, agrega Torres Gianvittorio.
La solución que buscan los principales líderes políticos, empresariales y sociales es recurrir al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax). Un actor mundial con seriedad para abogar por Venezuela en el tema Covax es el Estado Vaticano, garante con fortaleza para la vacunación masiva
Rogelio Guevara Cantillo
El Vaticano vio burlado su papel como mediador diplomático del diálogo entre oposición y gobierno en República Dominicana en 2017 y desde entonces ha evitado intervenir en la crisis venezolana. Incluso ante la solicitud expresa que Nicolás Maduro hizo al Papa en 2019 de que repitiera ese rol. Nicolás Maduro envió una misión de la Asamblea Nacional a Suiza a la sede de la Unión Internacional Parlamentaria. Nos preguntamos, ¿por qué debería solicitar ayuda hoy Maduro con el Vaticano con el tema COVID-19 y vacunas? Torres Gianvittorio expresa que, en el año 2019, Maduro solicitó al Papa Francisco la mediación diplomática del Estado Vaticano para un nuevo proceso de diálogo con la oposición. Esto, aunado a los intentos anteriores demuestran su reconocimiento en la Santa Sede como un interlocutor válido.
En las oportunidades anteriores, las negociaciones implican reconocimiento, concesiones y rectificaciones políticas que el gobierno de Maduro no estuvo dispuesto a asumir en detrimento de los venezolanos y por eso fracasaron. Sin embargo, considero que por las dimensiones de esta causa es imperativo despolitizarla para llevarla al campo humanitario, de tal manera que Maduro permita liberar el tablero dando entrada a las vacunas a través de la coordinación de El Vaticano, cuya diplomacia es apolítica, carente de medios sancionatorios, y experimentada en procesos de negociación de conflictos reflexiona la experta Torres Gianvittorio.
El Vaticano podría establecer alianzas con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entes capaces de gestionar integralmente los aspectos logísticos de la vacunación masiva en territorio venezolano. Las vías políticas han sido bloqueadas por el gobierno nacional y las pérdidas de vidas con motivo de la pandemia crecen aceleradamente. Pero en este entorno, ¿podría solicitar el Vaticano garantías previas a Nicolás Maduro y Juan Guaidó para participar en un nuevo proceso de mediación? Ante este escabroso sendero, me explica Torres Gianvittorio que todo proceso de negociación, por su naturaleza, implica el establecimiento de unas condiciones mínimas de diálogo. Las causas humanitarias no son distintas y con la diplomacia vaticana histórica, se ha trabajado en procesos de resolución de conflictos.
Torres Gianvittorio expresa que, en el año 2019, Maduro solicitó al Papa Francisco la mediación diplomática del Estado Vaticano para un nuevo proceso de diálogo con la oposición. Esto, aunado a los intentos anteriores demuestran su reconocimiento en la Santa Sede como un interlocutor válido
Rogelio Guevara Cantillo
“En mi análisis no veo posible un diálogo entre los gobiernos de Maduro y Guaidó, sino entre el primero y el Vaticano. La experiencia con la entrada de la ayuda humanitaria y los consiguientes años, nos han demostrado que no hay capacidad de entendimiento entre las partes y cada día la pandemia cobra vidas” enfatiza Torres Gianvittorio. Se agradece las gestiones del gobierno interino a favor de las vacunas. Sin embargo, la realidad del poder en Venezuela es que están limitados ejecutivamente para implementar una vacunación masiva. En esta oportunidad y por las características especialmente urgentes de esta causa, es imperativo que el gobierno interino ceda el paso en beneficio de los venezolanos y busque apoyo en la Santa Sede.
Las acciones y/o políticas a exigir a Nicolás Maduro con la participación en una mediación de la Santa Sede para agilizar un plan de vacunación en Venezuela, es que permita el ingreso de las vacunas al país y que libere las posibilidades para la adquisición de las dosis necesarias para generar la imperativa inmunidad de rebaño. Facilitar al Vaticano junto a la OMS y la OPS planificar e implementar libremente un plan de vacunación nacional sin discriminación política y con las condiciones de refrigeración y conservación requeridas y aceptar que la Santa Sede, asuma la vocería única del proceso, además del sufrimiento humano derivado de padecer una pandemia en el contexto de una crisis humanitaria compleja para los venezolanos. El “pasillo” Vaticano es la solución humanitaria de Dios para Venezuela.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Latinoamérica.