El peso de la obesidad (parte II)

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Por: Karina Monsalve

La obesidad es vista actualmente como uno de los problemas de salud pública mundial más preocupantes, debido a su creciente aumento y a las graves consecuencias que puede acarrear en la expectativa de vida y en la calidad de vida del individuo que la sufre.

Como lo señalamos en el artículo anterior, la obesidad (recientemente llamada Enfermedad Crónica Asociada a la Adiposidad) es una enfermedad multifactorial, que involucra componentes genéticos, conductuales, psicológicos, sociales, metabólicos y endocrinos.   

Un elemento común entre las personas obesas es que padecen de un sufrimiento psicológico resultante del prejuicio social contra la obesidad y también contra las características de su conducta alimentaria.

Como psicólogo de la salud, conozco la necesidad de estas personas de buscar una solución más real y duradera en el tiempo a su problema, que vaya más allá de programas nutricionales extremos, que luego son abandonados produciendo el efecto rebote.

Cuando hablamos de obesidad, cualquier procedimiento que consiga reducir el tremendo grado de incapacitación y de sufrimiento, será bienvenido. Está clara la idea, de que la solución a esta problemática pasa por su prevención, sin embargo, existen los procedimientos de cirugía bariátrica que logran con gran éxito ser la solución para esta enfermedad.  

De acuerdo con el Dr. Carlos Anderson (cirujano bariátrico del CMDLT), las cirugías contra la obesidad se pueden dividir didácticamente en procedimientos que:

1) limitan la capacidad gástrica (las llamadas cirugías restrictivas), como la gastrectomía en manga.

2) limitan la absorción (procedimientos de malabsorción), como las derivaciones intestinales.

3) una combinación de ambas técnicas (procedimientos mixtos), como el bypass gástrico.

Estudios científicos en este ámbito, le dan cada vez más importancia a este tipo de procedimientos, los cuales en el presente, se consideran una opción eficaz para el control de la obesidad a largo plazo. 

Según el Dr. Anderson, las indicaciones de la cirugía bariátrica deben cumplir algunos criterios, como un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40 kg / m² o IMC superior a 35 kg / m², asociados a enfermedades relacionados con la obesidad, que mejoran con la pérdida de peso, como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades osteoarticulares (principalmente de miembros inferiores), apnea del sueño, antecedentes de fracaso de tratamientos conservadores previos y ausencia de enfermedades endocrinas como causa de obesidad entre otras.

El rol del profesional de la salud mental dentro del equipo multidisciplinario o bariátrico, está orientado a identificar y tratar aquellos aspectos del paciente obeso que pudieran convertirse en una limitación en relación a la adquisición de sus nuevos hábitos alimenticios, hábitos de estilo de vida sana, entre otros, que de manera consciente o inconsciente le ayuden a facilitar el proceso de cambio desde el momento de la cirugía hasta el postoperatorio a largo plazo. 

El psicólogo debe informarle al paciente sobre el proceso de la cirugía y la importancia del acompañamiento psicológico y del resto del equipo multidisciplinario, así como informar al paciente de los objetivos del acompañamiento o de la psicoterapia, para que entienda la importancia del seguimiento. 

Recordemos que existen obesos con y sin psicopatología, pero no hay un trastorno psicológico propio del obeso. Generalmente, las personas con obesidad suelen ser impulsivas, dependientes, sedentarias, ansiosas, depresivas, con un vínculo de dependencia con la comida y con fuertes sentimientos de culpa. Así el objetivo del psicólogo será que el paciente aprenda a manejar sus emociones, que haya un entrenamiento y cambio de hábitos alimenticios y finalmente la adaptación al cambio después de la cirugía bariátrica. 

Por otra parte existen algunas contraindicaciones para llevar a cabo esta cirugía en pacientes que presenten: 

  • Trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, manía, trastorno bipolar, depresión severa, intento de suicidio reciente, etcétera). 
  • Situaciones de riesgo: consumo de alcohol y/o drogas, trastornos de la alimentación, trastornos por atracón, retraso mental profundo, que la decisión de la cirugía no sea por propia voluntad del paciente. 
  • Paciente en situación de crisis emocional actual.
  •  Historia previa de bulimia (por lo menos 1 año de remisión). 
  • Otras.

Finalmente, la recomendación principal para los lectores es que la cirugía bariátrica no debe ser considerada nunca como una cirugía cosmética. Se requiere una evaluación integral por parte del médico especialista en cirugía bariátrica, quien considerará si es factible o no llevar a cabo el procedimiento quirúrgico.


KARINA MONSALVE | TW @karinakarinammq / IG @psic.ka.monsalve

Psicóloga clínica del Centro Médico Docente La Trinidad

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