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viernes, 29 marzo, 2024

De Harry y Meghan al marketing político de nuestro populismo hay solo un dorito

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Comunicación en gotas

Por: María Eugenia Fuenmayor

«Algunas personas son tan falsas

que ya no son conscientes de que piensan justamente

lo contrario a lo que dicen».

Marcel Aymé, escritor francés.

La contradicción suele ser un rasgo distintivo que contamina muchas veces las estrategias de marketing realizadas a ciertas «personalidades» que hacen las delicias de un público ávido de cuentos ficciones y quimeras.

Luego de que hace un tiempo el príncipe Harry afirmara que la familia real era racista ―a propósito de su matrimonio con Meghan Markle―, recientemente afirmó lo contrario. Esto apenas es una muestra de los parecidos entre los cuentos de reivindicación de hadas y los de tantos manipuladores de opinión, vestidos de políticos, en especial los que pululan en las cercanías.

Las idas y venidas con sus contradicciones reiteradas, evidencian esa extraña forma de desempeño que tienen los líderes populistas de sobrado tumbado izquierdista percudida en muchos de los casos, y que convierten en trapo cualquier idea, cualquier propuesta supuestamente noble.    

Carla Bruni, en su cuenta de Instagram, asocia el efecto de Meghan en Harry al de Yoko Ono en John Lennon. En ambos casos, ya sabemos en que derivó tal influencia. Del mismo modo, a la escala de países enteros, también hemos logrado comprobar a dónde conduce la influencia de quienes, en nombre del bien común, han conquistado poder y caudales en detrimento de sociedades enteras.  

La coincidencia es que, en ambas situaciones, indistintamente de las proporciones, se ha perdido el rumbo gracias a historias y argumentos sensibleros que solo persiguen mover emociones y no inteligencias.

En el reciente lanzamiento de «Spare» (palabra que en español significa ‘repuesto’, entre otras acepciones), el conocido premio Pullitzer y «ghost writer» del Principe Harry, JR Moehringer, transforma en «literatura» un conjunto de cuentos provenientes de su principesco cliente, garantizando así un éxito editorial sustentado en millones de lectores dispuestos a pagar por cuentos emotivos, ¿fabulados? El único beneficio, al final, es generarle pingües beneficios al fabulador, al igual que ocurre  con las aseveraciones quiméricas de los líderes populistas que basan su anecdotario y sus propuestas en la lástima y el resentimiento.

Un cálculo rápido de los ingresos que recibe esta parejita por la serie en Netflix  y su reciente libro (titulado «En la sombra» en la versión en español) ya se estima en más de 200 millones de dólares. Una fortuna montada sobre el morbo y el descrédito de su propia familia y de sus tradiciones culturales.

El comunismo y el populismo ―valga la redundancia― son también maneras e ideologías para llegar al poder gracias a una nutrida oferta de distracción, entretenimiento y, si este es exaltado desde la inquina, denostando del pasado y de la historia, cuanto mejor.

Veamos aquí un par de ejemplos concretos del «éxito editorial» en nuestra región: #LulaDaSilva  y #CristinaKirchner, ambos con causas formales abiertas por enriquecimiento y que, sin embargo han resultado triunfantes amasando, más allá de dinero, un poder político que exhiben arrogante e impúdicamente…

Los expresidentes Lula da Silva y Cristina Kirchner transforman sus respectivos juicios en causas políticas. La estrategia ha sido considerada «cinica», porque mantienen el apoyo de sus seguidores y garantizan su impunidad.

Algo así, una vez más respetando las escalas, como las declaraciones de Harry, quien confiesa haber matado a 25 afganos. ¿Qué puede ser esta afirmación sino una manifestación de arrogancia? Como arrogante y desparpajado es que los más destacados populistas de la región ―algunos con descaro, otros con grado de pudor― sean capaces de declarar públicamente, palabras más palabras menos, que la necesidad de mantener y profundizar la pobreza es esencial para su sostenibilidad política.

Mientras el populismo siga desgarrando las arcas públicas en contra de la prosperidad de las mayorías, Harry & Meghan paralelamente continuarán aumentando sus ya abundantes ingresos, gracias a lo popular e hipnótico que resultan estas alucinantes pesadillas para no pocos.

MARÍA EUGENIA FUENMAYOR | @mefcal

Experta en mercadeo, comunicaciones y reputación. Directora ejecutiva de Interalianza Consultores.

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