Cabimas.- «Se fue la luz en más de 10 estados, esto es para rato otra vez. Ni en Caracas hay luz», ese fue el último mensaje que le llegó a Evangelina Morles en su grupo familiar de Whatsapp la noche del lunes 25 de marzo. En el Zulia, uno de los estados con más habitantes del país, viven un calvario que paraliza su vida.
Suspendida. Así está la vida de los zulianos desde hace más de 40 horas por el apagón nacional que se registró la noche del lunes. Aún siguen con la esperanza, que en las próximas horas será restablecido el servicio eléctrico.
Morles tiene 47 años y vive en el sector Guabina, en Cabimas, Zulia; tenía más de 30 horas sin saber de su familia hasta que logró cargar el teléfono por un vecino que tiene planta. «Esto no tiene una palabra que lo defina, la desesperacion se queda corta. Mi familia está afuera y sabe más que yo», dice.
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No hay trabajo ni escuela, los comercios siguen cerrados y los pocos que están abiertos, ya que trabajan con planta eléctrica, tienen largas colas de usuarios esperando para comprar algo para comer.
Sobreviven con plátano y arepa
Nadie estaba preparado, porque para una mala noticia, nunca se está. Los zulianos, durante este apagón, han sobrevivido comiendo plátano, pan, arepa y hortalizas, algunos tenían poca carne y pollo por miedo a que se dañara, después de las 100 horas a oscuras que vivieron a comienzos de marzo.
El servicio de gas para cocinar es casi nulo, por lo que los zulianos que no tienen bombona, deben cocinar y asar con leña. Hacer el desayuno, almuerzo o la cena se limita con alimentos fáciles de preparar. Las neveras están vacías porque temen que se les dañen los productos que necesitan refrigeración.

La mayoría de las estaciones de servicio está cerrada por falta de agua. Foto: Mayreth Casanova
«Aquí comemos todos los días arepa, pasta o pan, porque es más versátil y si necesitamos alguna salsa, verdura o queso, lo compramos en una charcutería. Ya no podemos guardar para otro día”, dijo Romina Díaz, habitante del sector Francisco de Miranda, mientras caminaba por el Casco Central para algún supermercado.
Sin luz, agua, gasolina, efectivo y comunicación
En Maracaibo, San Francisco, Cabimas o cualquiera de los municipios del estado, los habitantes no solo están sin electricidad, sino que tampoco tienen agua, transporte público, gasolina, efectivo y comunicación. La situación los reta a diario.
En el caso del agua, desde mediados de 2018, la falla en la distribución se agravó en el Zulia y hay zonas que tienen 90 días sin agua y por ello, deben tener almacenada en envases plásticos. Los que viven en las orillas del Lago de Maracaibo, han recurrido a llenar algunos bidones para utilizarla para los baños. Otros la obtienen de la perforación de pozos artesanales.
Álvaro Molina, es diabético y se debe inyectar insulina dos veces al día, en un Centro de Diagnóstico Integral de Cabimas, el único con energía suministrada por Pdvsa, se ofrecieron a refrigerarla. «Yo pensé que las iba a perder, cuando cuesta tanto conseguirlas», dijo.

En el Zulia duermen en colchones en el frente de sus casas. Foto: Mayreth Casanova.
Las calles están desoladas y la falta de combustible, también paraliza a los comercios, ya que a pocos les venden para mantener su planta operativa. Pdvsa Industrial informó que solo garantizaría el suministro de gasolina para las plantas eléctricas de los hospitales. Las colas por gasolina son de más de seis horas, kilométricas.
“Yo no sé cómo hacemos, tampoco qué hicimos merecer vivir en este calvario. Esto no es de Dios, destacó María Avendaño, mientras cargaba su teléfono en una clínica privada.
Cuando llega la noche, comienzan a sacar los colchones y hamacas para el frente de las casas. Algunos duermen en el techo, para descansar algunas horas. Aunque nadie está tranquilo.