Maracaibo.- La concentración en Maracaibo este 16 de noviembre duró al menos dos horas y los jóvenes fueron los ausentes. Ancianos y adultos se concentraron en la esquina de 5 de Julio con Delicias y estuvieron apenas dos horas.
Esta vez fue menos gente, esta vez los políticos no se subieron en camiones ni dieron mítines, esta vez, la gente no quiso hacerse expectativas sobre lo que podría pasar en el país en los próximos días. Esta vez tampoco mencionaron a Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional, y quien llamó a la calle.
Seis personas llegaron con una bandera y una mujer, Laura Bolla, que dijo que era arquitecta y que estaba luchando porque sus hijos se habían ido del país, gritó desde un megáfono: «Ya está bueno, ya basta de que en el país nos estemos quedando solos y que la crisis nos esté matando a todos«.
Un niño de la calle que dijo que se llamaba Ender Pao y que tenía 8 años, llegó descalzo, con una botella de agua y con dos pedazos de pan de guayaba metidos en una bolsa. Dos hombres le pidieron que se montara sobre la bandera y entonces cantaron el himno.
«Esto es lo que pasa en este país, un niño que no tiene qué comer, que no tiene zapatos. Ya basta. La promesa de que no habrían más niños de la calle no han cumplido nunca. Este niño está aquí con hambre».
Los políticos no tomaron la palabra ni se subieron a camiones con parlantes. Tampoco fue la llamada Resistencia. El no retorno en Zulia no se cumplió. En dos horas, ya todos estaban de regreso a sus casas.
Durante la concentración, funcionarios del equipo antimotín de la Guardia Nacional estuvieron apostados a ocho cuadras de distancia. Unos 150 uniformados y dos tanques esperaron instrucciones, pero nada pasó.
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Protesta con presencia policial
«Pueblo arrecho pide negociación, comida, luz, agua y elección presidencial», decía un cartel que mantenían los habitantes de Cabimas durante la protesta de este sábado.
La jornada se desarrolló con presencia policial y recorridos de colectivos en los alrededores de los puntos de concentración, quienes trataron de dispersar a un grupo en la carretera J con avenida 32.
Julia Muñoz, una de las manifestantes, aseguró que los colectivos amenazaron a un joven que trató de grabar cuando arremetían para dispersarlos, pero se mantuvieron.
«No cerramos la calle, solo gritábamos consignas y teníamos la bandera cuando llegaron hombres con la cara tapada«, dijo.
En el caso del municipio Lagunillas, el punto de concentración ubicado en la calle Miranda, se mantiene custodiado por cuerpos de seguridad. El alcalde Leónidas González anunció el despliegue operativo de Navidades Seguras 2019 con el Cicpc, Guardia Nacional, Polilagunillas, Policía del Zulia y otros organismos.
En los municipios Santa Rita, Baralt, Miranda y Valmore Rodríguez las movilizaciones tuvieron poca participación de manifestantes.
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Marcharon por la libertad
En los municipios del Sur del Lago también hubo movilización contra el régimen que gobierna y no es reconocido por 50 países. La encabezó el diputado a la Asamblea Nacional, Freddy Paz Mendoza.
Elímenes Serrada, uno de los manifestantes, contó que las razones sobraban para salir a protestar en las calles de su natal municipio Colón. Dice que la mayoría de los ciudadanos están cansados de sufrir y sobrevivir. Anhela un país mejor siempre y cuando haya un cambio en la administración de Miraflores.
Serrada tiene 59 años y dos hijos por los que lucha. Reside en el sector La Fundación, en la capital colonense. Refirió que quienes pregonaron el socialismo llevan 20 años robando la felicidad de una nación, cuyos habitantes emigraron de manera forzosa en busca de mejorar sus ingresos.
«Apoyé a Chávez en sus inicios, pero después me di cuenta que su mandato era un fracaso, no cumplió las espectativas», contó mientras caminaba con su gorra y franela con estampado tricolor por la avenida Bolívar de Santa Bárbara de Zulia, donde centenares marcharon por el cese de la usurpación y elecciones libres, como lo ha propuesto Guaidó.
Indicó que sobrevive de la agricultura y reclama mejores servicios públicos, el restablecimiento del sistema de salud y atención a los altos costos de los alimentos. «El campo venezolano está sin producción«, dijo.
En la marcha había además de banderas y pitos, una cruz que llevó el sacerdote William Zerpa. También unas religiosas de la congregación de Hermanas Carmelitas.
«Sabemos que entre el pueblo hay policías y gente del Sebin, graben esto: gracias a este pueblo es que ustedes comen, porque cuando no tienen un bombillo o le falta comida es este pueblo al que ustedes le salen a pedir para alimentar a sus familias«, reclamó el párroco de la parroquia Santa Bárbara, y recalcó: «A quienes a ustedes les dan de comer no se les persigue y atropella«, sentenció.
Tito Díaz, médico, intervino en medio de la concentración y expresó que hay que luchar hasta conseguir la libertad de un país que, a su juicio, no tiene paz. «Ni en los hospitales, ni en los hogares hay tranquilidad. El venezolano está indeciso. El cambio es la única salida a esta tragedia».
En Encontrados, capital del municipio Catatumbo, también hubo concentración y recorrido en las principales calles del poblado fronterizo, donde a diario padecen apagones, fallas de agua potable y colas interminables en las gasolineras.
«Están apostando a que se vaya más gente. Debemos quedarnos en el país y recuperar a las familias. Ellos saben todo el mal que han hecho. A los maestros los persiguen por sus reclamos«, refirió Luis Guillén, quien fue concejal y se distanció de las filas del chavismo cuando supo el entramado de corrupción y la desasistencia de los mandatarios locales, pero también cuando se acentuó la crisis económica y la emergencia humanitaria compleja, que también se siente en el Sur del Lago.
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Con información de Sheyla Urdaneta, Nataly Angulo, Mayreth Casanova y Edwin Urdaneta