Omar Díaz llegó a las 10:30 am de este lunes, 18 de noviembre, al frente de la plazoleta de la Basílica. Su recorrido de pies desde la avenida Bella Vista había terminado, ahora le tocaba caminar de rodillas hasta el altar donde está la Virgen de Chiquinquirá.
Su recorrido de rodillas, unos 150 metros, lo hizo sobre un suelo de cemento caliente, que en cuestión de segundos podía derretir un cubo de hielo. Lo hizo con un sol que calentaba la piel y encandilaba de vista. Las gotas de sudor nunca dejaron de rodar por su cara, su cuello y brazos, sus piernas comenzaron a temblar a mitad del recorrido.
El esfuerzo que hizo Díaz, de 45 años, es para pedirle a La Chinita que no lo deje morir, que lo sane del cáncer de huesos que padece.
LEE TAMBIÉN
«Mi Chinita es milagrosa. Yo sé que ella me va a ayudar, porque ella es milagrosa. Yo no me quiero morir», dijo llorando Díaz tras cumplir si promesa y con sus rodillas adoloridas.
Al igual que Díaz, llegó Enmanuel Ávila. De rodillas caminó la plazoleta hasta llegar a la Chinita. Él llamó más la atención, porque en su franela manga larga negra resaltaban cinco letras en amarillo: Cicpc.
Ávila, un funcionario de 25 años de la policía científica, tiene siete años pagando promesas a la Virgen por favores concedidos. Esta es la segunda vez que camina de rodilla. Asistió acompañada de su hija y su mamá, quienes desconocen las promesas que paga su hijo.
LEE TAMBIÉN
YA PUEDES VER EL VIDEOCLIP DE LA GAITA DE PROTESTA «VENEZUELA AÑORA SU LUZ»
Ávila no quiso compartir los detalles y sólo comentó: «Son por favores cumplidos. Ella me cumple y yo le cumplo. Son tantas cosas. Son tantas cosas que me ha cumplido la Virgen que tengo que venir yo aquí a cumplirle su promesa».
Este lunes, 18 de noviembre, se cumplen 310 años de la aparición de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, patrona de los zulianos. La Basílica recibe desde tempranas horas de la mañana a cientos de feligreses que asisten con flores para regalar a la Virgen.
Los devotos hacen cola fuera del templo de San Juan de Dios para venerar a la Chinita. Las niñas las llevan vestidas con mantas guajiras en honor a la Virgen.
LEE TAMBIÉN
CLAVES | CONOZCA LAS ACTIVIDADES POR LA CELEBRACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CHINITA
Brigid Ochoa lleva desde hace 18 años cada 18 de noviembre a su hija Juliet vestida como la Chinita.
«Cuando estaba embarazada me dijeron que capaz y no la podía tenerla. Le pedí a la Virgen que ayudara y me cumplió. Desde entonces la traigo. Me faltan dos años de promesa», comentó Ochoa con la voz entrecortada al recordar su historia.