San Carlos de Zulia.- Cincuenta y cuatro privadas de libertad del pabellón número uno del Centro de Arrestos Preventivos de San Carlos de Zulia, en el municipio Colón, divulgaron una carta en la que exigen a la directiva del centro de arresto que se resuelvan los retardos procesales, les lleven comida y medicinas.
Este viernes 8 de mayo dijeron que se declaran en huelga, pero no precisaron a qué tipo de acciones se refieren. La intención de las mujeres detenidas es llamar la atención de las autoridades.
En la carta, que está dirigida a Jean Carlos Flores, director del retén, manifiestan que estarán en una “huelga pacífica” y que esperan mantenerla hasta obtener respuesta.
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«Esperemos no se tome a mal nuestra decisión, pero tenemos la necesidad de hacernos sentir. Se nos ha ido la mitad de nuestras vidas, ya estamos desesperadas. ¿Vamos a esperar que suceda otra tragedia en este lugar?», cuestionaron las internas que firmaron la petición de instalar una mesa de trabajo donde participen la directiva, administración, seguridad e internos, con miras a solucionar sus deficiencias.
También colgaron pancartas en las rejas y reclaman que viven en hacinamiento y exigen alimentos y medicamentos. Claman al gobernador de Zulia, Omar Prieto; al alcalde de Colón, Blagdimir Labrador, y a la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, que les permitan organizar un plan para ser juzgados en un tribunal.
«Tenemos derechos, pero esos derechos han sido ignorados por el sistema penitenciario», cita la carta filtrada desde la cárcel en la zona Sur del Lago de Maracaibo.
El pasado 18 de marzo, dos días después de haber iniciado la cuarentena social tras el decreto de alarma por la pandemia del coronavirus, 84 reclusos escaparon del retén San Carlos, luego de una riña y un plan diseñado por líderes negativos.
De ese total de fugados, las autoridades contabilizaron al menos 20 muertes por enfrentamientos y 27 internos fueron recapturados en distintos operativos llevados a cabo por los organismos policiales y militares en el Sur del Lago.
Aún no se conoce la cifra real de decesos ni de prisioneros que siguen evadidos de la justicia.