El hacinamiento era habitual en el mercado Las Pulgas, principal foco de contagio comunitario en Venezuela. No había forma de caminar sin tocar o tropezar con los otros. El distanciamiento social no era posible.
No se podía estar a un metro de distancia de los vendedores o compradores porque no había espacio suficiente ni siquiera entre los cientos de mesas o tarantines de latas oxidadas en las que se mostraban distintas marcas y tipos de arroz, azúcar, harina de maíz, aceite, margarina, pasta, café, medicamentos, carne, queso, pescado, artículos de higiene personal e incluso esotéricos. Las Pulgas era, además, un mercado gigante de cambio de dinero en efectivo; no solo bolívares, sino también dólares y pesos colombianos.
El mercado, construido en 1972 por el presidente Rafael Caldera en el centro de Maracaibo, cuenta con 12 bloques para el comercio formal, pero es el informal el que impera y se apoderó de todas sus áreas externas.
Creció de manera desproporcionada, a tal punto que fue imposible cumplir con una de las medidas básicas para prevenir el contagio del COVID-19: el distanciamiento social.
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El mercado carecía de servicios básicos. No había agua potable ni electricidad. El mal olor por el desborde de aguas negras o residuales era la constante en todos los pasillos o pasadizos. Allí nadie se lavaba las manos ni usaba alcohol o antibacterial para prevenir contagios.
Desde que se inició la cuarentena, el gobernador, Omar Prieto, tomó medidas para evitar un brote, que ya hoy contabiliza 199 infectados y ocho muertos. Pero no restringió el ingreso de mercancía que provenía desde Colombia, pese a que a su Gobierno lo acusan de querer infectar al pueblo venezolano.
De nada sirvió que trabajaran solo tres veces a la semana y que se desinfectaran sus instalaciones. Igual, los días que estaba abierto al público, se aglomeraban a diario “entre 20.000 y 30.000 personas», según estimaciones de Prieto.
Del día 1 al contagio 199
16 de marzo: Comienza el decreto de cuarentena en el estado Zulia, que implicó el confinamiento y la suspensión de gasolina para sectores no priorizados. El gobernador ordenó el cierre de Las Pulgas y de los centros comerciales de Maracaibo.
17 de marzo: Las Pulgas estuvo en funcionamiento. El mercado, el más antiguo de Maracaibo, no dejó de funcionar, no fue cerrado y miles de personas se concentraron en los 37.092 metros cuadrados que tiene.
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19 de marzo: Los Bomberos de Maracaibo y personal de la Gobernación de Zulia desinfectaron el mercado Las Pulgas, que se mantuvo abierto. Usaron 40.000 litros de agua espumada y clorada con 200 litros de jabón concentrado e hipoclorito, y lo esparcieron por todo el mercado.
23 de marzo: Las autoridades militares y gubernamentales restringieron el paso vehicular hacia el mercado con piquetes de la Policía Nacional Bolivariana. Los comerciantes, buhoneros y compradores llegaron caminando.
8 de abril: El gobernador de Zulia, Omar Prieto, anunció que los mercados populares de Maracaibo -Las Pulgas, la Curva, los Plataneros, Mercasur- solo funcionarían los martes, jueves y sábado en el horario de 8:00 am a 12:00 pm.
13 de abril: Las autoridades municipales se reunieron con los comerciantes y accedieron a permitir que los mercados también pudieran funcionar los lunes. El argumento fue que el día era clave para la recepción de la mercancía. Quedaron, entonces: lunes, martes, jueves y sábado.
8 de mayo: La Alcaldía de Maracaibo publicó el decreto 0036, que extendió hasta las 6:00 pm las operaciones de los comercios dedicados a la venta de alimentos.
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19 de mayo: El personal del Sistema Regional de Salud de la Gobernación de Zulia hizo un despistaje masivo de COVID-19 con las pruebas rápidas a comerciantes y compradores del mercado. El secretario de Gobierno, Lisandro Cabello, dijo ese día que evaluaban restringir de nuevo el horario en el mercado tras observar que no se cumplían las normas, como el uso obligatorio del tapabocas.
20 de mayo: El gobernador, Omar Prieto, alertó: “Tenemos un brote importante de coronavirus en el estado Zulia y con la presunción de que el centro de contagio es el mercado Las Pulgas”. Dijo que había 10 casos positivos con pruebas rápidas. Anunció el retorno del horario de comercios dedicados a la venta de alimentos de 8.00 am a 2.00 pm.
24 de mayo: El gobernador anunció que Las Pulgas «está cerrada indefinidamente» y confirmó que «es el principal foco de contagios en el Zulia».
30 de mayo: Las autoridades de la Gobernación de Zulia y los jefes militares de la región tomaron y desinfectaron el mercado Los Filúos, en el municipio Guajira, donde también se detectó un brote de COVID-19. El gobernador aseguró que el foco del virus se extendió por todo el corredor comercial binacional que sale desde Maicao y llega hasta Maracaibo.
15 de junio: El gobernador anunció que en dos semanas podría estar de nuevo abierto Las Pulgas, pero solo el comercio formal. Mientras, continuarán con el plan de reestructuración del mercado.