La Coalición Intergremial de la Salud del estado Zulia alertó este 28 de noviembre sobre el colapso de las instituciones públicas sanitarias ante el incremento de los casos de COVID-19 en la región zuliana y las precarias condiciones de los hospitales y ambulatorios.
«Es sumamente importante asentarnos en esta triste realidad, en la cual ni el recurso humano, ni las instalaciones, insumos y equipos, ni mucho menos los servicios como el agua potable, son suficientes para la atención oportuna, diagnóstica, terapéutica y de rehabilitación de pacientes, aunado a que se encuentran suspendidas las consultas y las cirugías electivas generando graves daños a los pacientes, incluyendo el riesgo de morir, o dejar importantes secuelas», advirtieron los gremios de médicos, enfermería, bioanalistas, odontología, nutricionistas y veterinarios en un comunicado con fecha del 24 de noviembre.
La Intergremial de la Salud denunció la insuficiente o inexistente capacidad de laboratorios y servicios de imágenes para exámenes indispensables para el diagnóstico de los pacientes.
Resaltó la selectiva y extemporánea realización de pruebas para diagnóstico de COVID-19, cuando deberían hacerse rastreos con pruebas seguras y de resultados inmediatos ante el incremento de los contagios que ya fueron alertados el 23 de noviembre por el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto.
La Intergremial de la Salud denunció que las precarias condiciones de trabajo del personal que labora en los hospitales y ambulatorios origina además, una deserción de los profesionales. «El personal se queja de las dificultades que deben enfrentar para que se les sean proporcionados los equipos de protección personal, hecho que en algunos centros ha ocasionado sanciones y hasta despidos al personal que lo exija, pretendiendo que asistan a los pacientes infectados con equipos incompletos, o exigiéndoles reusar los mismos».
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Adviritó que hay una «importante deserción» del personal por la carencia de insumos de bioseguridad, los bajos salarios y los ambientes de trabajo. «Ante esta triste realidad, nos asalta la preocupación de que continúe expandiéndose el COVID-19, pudiendo llegar hasta presencia de sindemia por la serie de pacientes con enfermedades que en este momento se encuentran sin diagnóstico y sin tratamiento, y perdamos completamente la posibilidad de prestarles atención debida», insistieron los gremios profesionales de la salud.
Pidieron que se prohíban los eventos públicos recreacionales o políticos que implique aglomeración de personas; se establezcan como normas de obligatorio cumplimiento las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud; se declare la emergencia regional para facilitar la asignación y ejecución de los fondos financieros para la compra de equipos, insumos y medicamentos para el diagnóstico y tratamiento oportuno.