El Liceo Coquivacoa en Maracaibo, estado Zulia, está sin electricidad, sin agua y fue desvalijado durante el último año, desde que se suspendieron las actividades escolares en marzo de 2020 por la pandemia del COVID-19.
La situación del plantel se repite en decenas de instituciones públicas educativas en Zulia. El presidente del Sindicato Único Magisterial-Zulia (SUMA), Gualberto Mas y Rubí, aseguró a El Pitazo que 85% de los planteles no están aptos para reiniciar clases presenciales, como lo ordenó el gobernante Nicolás Maduro. “Las condiciones no están aptas. En los planteles no hay sanitarios, los pupitres son escasos, no tienen electricidad ni agua”, aseguró el gremialista.
Dijo que tampoco otros colegios emblemáticos de Maracaibo están preparados en su infraestructura para recibir estudiantes. El Liceo Baralt tiene 80% de las instalaciones inhabilitadas; igual ocurre con el José Ramón Yépez. Abandonaron los planteles en los últimos dos años y el hampa se aprovechó”, detalló.
Más y Rubí alertó de que el personal educativo no está completamente inmunizado contra el COVID-19 y que no hay planes de bioseguridad para aplicarlo en las escuelas, sobre todo si escasea el servicio de agua potable.
El dirigente sindical duda de que los maestros se reincorporen a clases porque al menos 90% de ellos se dedicaron a otros oficios para obtener mayores ingresos. “Un maestro asumió otros compromisos y no va a regresar a las escuelas a tiempo completo, porque no puede vivir solo con un sueldo de entre 15 y 20 dólares al mes”, resaltó.
El gobierno de Maduro autorizó el retorno de las clases presenciales a partir de octubre, pero desde el 16 de septiembre se deben reincorporar los trabajadores y maestros para coordinar la operatividad en las escuelas que solo funcionarán en las semanas flexibles.