Los familiares de Joe Albornoz Paz, quien falleció a tiros en medio de una protesta por falta de gasolina en Isla de Toas, parte del insular municipio Almirante Padilla del estado Zulia, salieron de nuevo a las calles desafiando la pandemia por COVID-19. Piden justicia por el asesinato del joven.
Mirian Paz, progenitora del pescador, elevó un llamado a los responsables del sistema de justicia venezolano. Comentó a los lugareños, desplegados en el casco central de la Isla de Toas, que Joe era su único sustento. Entre lágrimas y guardando luto, la mujer, primos, tíos y demás amigos del joven pescador elevaron su llamado al gobierno de Nicolás Maduro para esclarecer la muerte de su familiar.
Joe cayó malherido por el impacto de proyectiles el pasado 17 de julio, en la estación de servicio Isla de Toas, cuando los trabajadores del poblado clamaban a la Guardia Nacional (GN) que restablecieran el despacho.
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En medio del enfrentamiento, cayó Joe. Por el hecho, la policía efectuó este fin de semana allanamientos y hubo detenciones. Algunos pescadores fueron visitados en sus casas y se les llevaron los motores fuera de borda que impulsan las lanchas en las que van a pescar.
El domingo 26 de julio, familiares y amigos, al cumplirse nueve días del crimen, salieron de nuevo a las calles, pero esta vez en oración. En sus rostros hay tristeza y solo muestran banderas tricolor, cuadros con imágenes sacras y un busto de San Benito. Le claman a la Rosa Mística y a la virgen de Coromoto, además del justo juez, para que intercedan por todas las muertes, en especial la de Joe.
Unos 70 lugareños, algunos de ellos sin tapabocas, se unieron a la concentración, que salió desde la iglesia virgen de Coromoto. El recorrido fue por el casco central y abordó varias calles y avenidas. Hubo calma, pero también ira e impotencia por saber quiénes dispararon el día de la manifestación, y que aún no están tras las rejas.