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martes, 15 octubre, 2024

Un País Normal llega a Barquisimeto a beneficio de Alimenta la Solidaridad

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Barquisimeto.- Dos kilos de granos o arroz son la entrada para la obra Un País Normal que llega a la capital de Lara a beneficio de la organización Alimenta la Solidaridad y sus 21 comedores en el estado.

La obra trata del futuro posible, “la democracia, los derechos humanos, la migración y las complejidades de vivir en Venezuela”.

Luis Carlos Díaz, Naky Soto y Ricardo del Búfalo se presentarán el martes 9 de julio a las 6:00 pm en el Hotel Tiffany de Barquisimeto. En la cuenta Instagram @alimentalasolidaridadlara hay un enlace para confirmar la participación.

Mediante el aporte de los asistentes, Alimenta la Solidaridad asegura una comida balanceada diaria para más de 2.000 niños y adultos mayores larenses en comunidades de escasos recursos.

Para reducir los índices de deserción escolar en las comunidades donde tienen alcance, la organización Alimenta la Solidaridad donará cuadernos artesanales | Foto cortesía: Alimenta la Solidaridad

En el primer semestre de 2019 la organización repartió tres millones de platos. Este jueves, 4 de julio, inauguraron en Tamaca el comedor número 21 para rescatar a 40 niños de la desnutrición.


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En el año han abierto seis centros en los municipios Iribarren, Palavecino y Torres.

Desnutridos y dejados atrás

La mayoría de los niños que pertenece al programa tienen desnutrición y sus representantes dejaron Venezuela para enviar comida y remesas.

En el barrio La Paz hay 142 niños en el comedor; la mitad no tienen a sus padres en el país porque emigraron. “Están al cuidado de sus abuelos, vecinos, tíos y hay casos de familias que buscan que alguien se haga cargo de sus hijos por la falta de alimentos”, explicó la coordinadora de Alimenta la Solidaridad en Lara, Grace Morales.

En otras comunidades también registraron casos de abandono infantil por el desplazamiento de los padres a países vecinos en busca de más ingresos.

Apagón marcó un antes y un después

El primer semestre del año fue desafiante para el equipo de Alimenta la Solidaridad que no ha suspendido sus actividades a pesar de los cortes eléctricos y la escasez de gas, que los obligó a cocinar en leña en varias ocasiones.

“Han sido meses de muchos retos. Hay un antes y un después por el apagón. En las comunidades donde llegamos no hay cobertura telefónica, las fallas de los servicios públicos se agudizaron y los equipos tienen retos que enfrentar luego de superar algunos. Ha sido clave el trabajo, animar, motivar, sumar a otros voluntarios y hablar de nuestras metas para que más personas de las mismas comunidades y afuera se quieran integrar. Los voluntarios que están dentro y fuera de Venezuela tienen la determinación y constancia de perseverar”, aseguró.

Después del apagón, recibieron un donativo de pastillas potabilizadoras de agua para preparar las comidas y garantizar a los niños un vaso de agua limpia.

Para el segundo semestre del año prevén repetir las jornadas de salud en sectores donde tienen presencia y continuar con la capacitación de líderes comunitarios a través del programa de formación Núcleos de paz.

“En la primera fase comenzamos con una capacitación de seis módulos. El primero fue de liderazgo, el segundo de democracia y ciudadanía, el tercero de políticas públicas y el cuarto de debates. Es un reto hacer la formación porque no todos tienen el mismo nivel académico, algunos no saben leer o escribir pero entre todos se apoyan y complementan. Tenemos experiencias de que muchos líderes comunitarios nos dicen que nunca habían leído la Constitución o que desconocían que la libertad de expresión era un derecho”, agregó Morales.

Entre los planes a corto plazo, Alimenta la Solidaridad espera regalar cuadernos artesanales a los más de 2.000 niños en los 21 comedores para disminuir los índices de deserción estudiantil.

Para lograrlo iniciaron la campaña Nuestros niños quieren estudiar. Las personas pueden colaborar con donativos de 50 hojas blancas o de reciclaje que servirán de insumo para los padres solidarios que elaborarán los cuadernos.

Hay dos centros de acopio para llevar los aportes en Barquisimeto: Edificio El Impulso y Caminos Verdes en la carrera 25 entre calles 14 y 15.

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