Punto Fijo.- El Liceo Nacional José Ladislao Andara, con 40 años en la comunidad del sector Andrés Eloy Blanco en Punto Fijo, atiende a 524 estudiantes; sin embargo, este lunes fueron suspendidas las clases por al menos una semana para hacer las primeras reparaciones a la infraestructura.
Esta unidad educativa tiene denuncias desde el año pasado, porque el techo de platabanda está en riesgo de colapsar, lo que representa un grave peligro para los que hacen vida en la institución, principalmente en los jóvenes de bachillerato que están en el segundo y tercer piso.
Además, los baños están inservibles y tampoco tienen servicio eléctrico tras el hurto de todo el cableado. El año escolar pasado, los estudiantes de primaria estuvieron en la sede de la Unidad Educativa San Martín de Porres, un colegio privado de la comunidad que cerró por los altos costos y les prestó la sede para que los niños pudieran recibir clases, mientras que los de secundaria pasaron a la planta baja, salones de primaria y que no están en tanto riesgo.
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Este año, los niños tuvieron que volver a sus aulas y, por ende, es necesaria la reparación de la institución para que los futuros bachilleres puedan ver clases.
Este lunes 7 de octubre, los habitantes de la comunidad, así como los representantes, llamaron a una reunión extraordinaria en las instalaciones del liceo e hicieron el llamado al municipio escolar.
En la reunión se acordó la reparación del techo del segundo piso como prioridad, materiales que consiguió el municipio escolar y que serán entregados a cuadrillas de trabajadores, formadas por representantes y líderes de la comunidad.
Se firmó un acuerdo de suspender las clases esta semana para hacer estos arreglos, pero el director de la institución, Edgar Rovero, explicó que esto podría extenderse, de acuerdo con las necesidades que tenga la infraestructura.
Detalló que los representantes están muy interesados en que sus hijos no pierdan clases, pero también están de acuerdo de sea en espacios seguros y, por eso, están comprometidos en ayudar a que esto sea posible.
Extendió un llamado a la comunidad para que se cuiden las instalaciones y se eviten los hurtos. “La comunidad tiene que entender que aquí estudian sus hijos, sobrinos y nietos, si no lo cuidan ellos quién lo va a cuidar”, expresó.
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