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jueves, 28 marzo, 2024

Sindicato del Ivss contabiliza 28 casos de persecución laboral en Lara

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Barquisimeto.- Alberto Domínguez, presidente del Sindicato de Trabajadores del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) en Lara, indicó que los directores de los tres centros asistenciales en Barquisimeto utilizan a los milicianos para hostigar al personal no alineado con las directrices del oficialismo.

En los hospitales Pastor Oropeza y Juan Daza Pereyra, y el ambulatorio Rafael Vicente Andrade renuncian cinco trabajadores cada semana. La fuga es atribuida a bajos sueldos y acoso. Las vacantes han sido ocupadas por integrantes de las misiones Chamba Juvenil y Chamba Mayor, pero la incorporación ha sido un fracaso. “No funciona porque no soportan la carga de trabajo”, explicó Domínguez.


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En los tres centros asistenciales, el Sindicato de Trabajadores contabiliza 28 casos de persecución laboral contra enfermeras y médicos que participaron en las protestas por aumentos salariales y dotación de insumos. 

Entre los mecanismos de retaliación, la organización ha denunciado suspensión de salarios, jubilaciones forzadas, prohibición de cambios de guardia y apertura de procedimientos administrativos. 

Primer despido

El 19 de julio en el Hospital Juan Daza Pereyra —donde ocurren 12 de los 28 casos de persecución laboral— se registró el primer despido. La enfermera Esther García recibió la notificación “por tres faltas injustificadas en un lapso de 30 días”. García y otras 14 colegas tenían expedientes abiertos desde el 22 de noviembre del año pasado por participar en las movilizaciones del sector salud.

El Sindicato de Trabajadores del Ivss advirtió que se trata de la primera destitución y sienta un precedente grave. “La estabilidad laboral del personal con procedimientos administrativos queda a discrecionalidad de los directores del Ivss”, subrayó Domínguez.

García estaba por cumplir seis años de servicio en el Hospital Juan Daza Pereyra. “Yo estaba en el área de consulta y en ocasiones debía atender hasta dos y tres (especialidades) por la falta de personal”, comentó. En junio cobró la última quincena. “Pagaron 52.000 bolívares. No se vive con un sueldo de enfermera, en realidad este es un voluntariado y tenemos que buscar otro trabajo”, manifestó. 

Decreto de inamovilidad es ignorado

La ONG Movimiento Vinotinto acompañó a García a la Inspectoría del Trabajo y a la Defensoría del Pueblo a solicitar un reenganche. “El motivo de la persecución a la licenciada Esther García es porque acompañó al gremio de enfermería los meses de junio, julio y agosto de 2018 por mejores condiciones laborales.

Este año han aumentado las persecuciones en el gremio”, declaró Pedro Hernández, coordinador de Movimiento Vinotinto en Lara. De acuerdo con Hernández, ocho de cada 10 empleados públicos víctimas de persecución laboral son mujeres y el caso de García no es aislado.

“No hay condiciones para que exista este despido. En el país hay inamovilidad laboral hasta 2020 y nos vamos a amparar con todos los artículos de la ley para hacer valer sus derechos”, precisó y recordó que la protesta laboral es un derecho consagrado en la legislación venezolana y los pactos y tratados universales.

Movimiento Vinotinto, el Sindicato de Trabajadores del Ivss y la Red de Derechos Humanos del estado Lara acompañaron a la enfermera Esther García a instancias públicas para exigir un reenganche. Foto: Liz Gascón

La organización tiene previsto acudir a instancias internacionales por las violaciones del derecho al trabajo en el Ivss. Además iniciarán un conteo de casos de persecución en los centros asistenciales para actualizar la lista de empleados públicos con sanciones injustificadas. En el primer semestre de 2019 contabilizaron 23.396 casos, de los cuales 18.000 corresponden al magisterio y le siguen los sectores salud, electricidad y minería.

Colegio de Enfermería reporta más déficit

Norkys Durán, vicepresidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del estado Lara, señaló que el panorama para los afiliados en los centros de salud públicos es poco alentador. Al hostigamiento le agregan turnos redoblados o especiales sin pagos adicionales para cubrir la ausencia de personal y renuncias masivas.

Las tablas salariales varían si se es de la nómina del Ministerio de Salud, la Dirección de Salud o el Seguro Social, pero desde la reconversión nuestros sueldos son planos. Cobramos en una quincena un sueldo mínimo cuando un par de medias cuesta 50.000 bolívares o un par de zapatos 60 dólares”, comentó.

En los dos principales centros de salud del estado Lara, el Hospital Central Antonio María Pineda y el Hospital Universitario de Pediatría Agustín Zubillaga hay un déficit de 1.100 y 350 enfermeras, reveló Durán.

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