Santa Bárbara de Zulia.- Debido a las lluvias, que causaron la ruptura del dique de contención del río Chama, gran parte de las cosechas agrícolas de la parroquia Urribarrí, en el municipio Colón se arruinaron y en la zona tanto las familias como los cultivadores de plátano permanecen vulnerables luego de diez días del desborde incontrolado del afluente por el punto crítico de La Pelota.
Los plataneros y residentes siguen sumergidos entre charcos de agua estancada y el lodo que quedó esparcido tras la inundación. Los agricultores afirman que evalúan presupuestos para agilizar labores hidráulicas encaminadas a encauzar el río Chama, cuyo caudal drenó por dos aberturas. Una de ellas supera los 150 metros de longitud. También un puente por poco es arrastrado.
Juan Araujo, uno de los afectados, afirma que las soluciones las deben iniciar por cuenta propia para no seguir perdiendo las inversiones de toda una vida. «Debemos esperar que una comisión técnica evalúe el comportamiento del río», afirma este jueves 19 de noviembre a El Pitazo.
En la zona, otros afectados dicen que deben permanecer en refugios o en sus casas a la espera de atenciones. La prioridad en la zona es la atención en materia hidráulica. En la zona arrasada ameritan construir escolleras y una ejecución técnica que podría tardar meses y que involucra maquinaria pesada, combustible, movilización de equipos, rolas o tubos de perforación, a fin de sellar el paso del cuerpo de agua dulce que arrastra sedimentos y hace añicos el aparato productivo.
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Vivir en Urribarrí es una decisión titánica porque allí la naturaleza es inmisericorde y no se han ejecutado planes preventivos o se ha direccionado con firmeza el tema de la siembra en los muros por parte de las autoridades. «Llevamos más de dos años con inundaciones», dijo Audio Vera el pasado 9 de noviembre cuando el río inundó su casa y las plantaciones.
Otros lugareños que debido las continuas lluvias, el agua pasa por encima de la carretera en el tramo entre Mosioco y 4 Esquinas, lo que vulnera un puente cajón y la capa asfáltica. El agua incluso ha llegado a sectores residenciales de Puerto Concha, donde por efectos de la anegadiza se hace necesaria la pronta atención.
Según cifras oficiales al menos 397 resultaron danminificados y permanecen en cuatro refugios, mientras que 2.612 personas se contabilizaron por las autoridades como afectadas en 11 sectores y 6.500 hectáreas según el gobierno, se perdieron por la inundación.
Los productores sin embargo afirman el territorio bajo agua es mucho mayor y ante la emergencia sus últimos días se les ha visto «carretear» sobre hombros, a nado, en embarcaciones u objetos de plástico y madera, los pocos racimos que logran salvar de entre la debacle ocurrida en medio de una pandemia letal que afecta a quienes portan el COVID-19.