Pueblo Nuevo El Chivo.- Unos 40 productores que han perdido sus cosechas por la rotura en el muro de contención del río Capazón, entre los límites de los estados Zulia y Mérida, sortean dificultades para conseguir insumos y maquinaria para taponar la abertura en una margen del afluente, en el sector La Playita, donde también cedió un puente colgante.
Jesús Rafael Arellano, parcelero y miembro de la cooperativa Monte Llano, dijo que un lugareño les prestó un excavador para acometer las labores, aunque están en la búsqueda de rolas de palma africana para encauzar las aguas.
El aceite requerido para el motor lo gestionaron, aunque para movilizar la máquina ameritan una gandola con lovoy. La operativa es tardía y se estima su inicio para este fin de semana, de conseguir cada petición de los maquinistas.
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Dijo que día a día se reúnen con autoridades locales, pues además de sellar el boquete, de unos 70 metros de ancho, esperan gasolina para encender las bombas de achique.
Arellano explicó a El Pitazo que el nivel freático en esa zona vulnerable es de 1,5 metros, aproximadamente, por cuanto no sólo les afecta el agua que salió del río, sino aquélla que aún está acumulada entre las cosechas tras las precipitaciones del fin de semana.
“Cada vez que llueve esta zona es afectada y nuestra mayor limitante es la ejecución de labores preventivas”, recordó.
Mencionó que los parceleros de la parroquia Agustín Codazzi del municipio Francisco Javier Pulgar, son afectados cada vez que llueve tanto por desborde del río Capazón como por acumulación de la vertiente del río Frío.
Es la tercera ocasión en dos años que se anegan. Las cosechas de plátano, frutales, tubérculos se pierden en menos de una semana. Allí los parceleros se abocan a ejecutar una cosecha temprana, o corte de algunos frutos que aún están “verdes o jojotos”, a modo de no perder la totalidad de la siembra.
Luego, tardan hasta seis meses en restablecer las hectáreas. El cultivo es arrasado cuando se desploma un muro debilitado por la crecida de la creciente, que a su vez drena desde el sistema montañoso de Los Andes, de acuerdo con el productor agrícola.
Luis Urbina, alcalde del municipio Francisco Javier Pulgar reveló que activaron una sala mayor de emergencias, donde participan productores y cuerpos de seguridad.
Para ellos el reto es canalizar el arribo de más cantidad de combustible para destinarlo a los parceleros. Indicó que 30 familias para un total de 156 personas están afectadas. Según sus cálculos la afectación fue de 8.500 hectáreas de cultivo, en su mayoría plátanos, ante la también crecida de los ríos Chama y Mucujepe.
“Atendemos la eventualidad con la alcaldesa Fátima Galeano del municipio Obispo Ramos de Lora”, agregó.
Los afectados al igual que el alcalde, expresaron que aún requieren ayuda humanitaria, primordialmente alimentos, colchonetas, agua, leche en polvo, pañales, medicamentos.
Los damnificados esperan volver a comprar los enseres que perdieron cuando el agua ingresó a sus viviendas mientras dormían durante la madrugada del sábado 1 de junio.