San Felipe.- Pocos son los camposantos ubicados en el estado Yaracuy que cuentan con un personal de seguridad y de mantenimiento. Por esta razón, la delincuencia ha ido violando progresivamente estos espacios que resultan sagrados para quienes tienen en ellos los restos de familiares y seres queridos.
Debido a la inseguridad y al alto costo del pasaje urbano, que se ubica en 3.000 bolívares dentro del Casco Central y 4.000 para las zonas más lejanas, a los deudos les resulta casi imposible visitar los cementerios los fines de semanas, lo cual amplía el margen para que los delincuentes comunes hagan de las suyas.
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El Pitazo conversó este lunes, 13 de enero, con varios deudos y pudo escuchar un mar de quejas debido a las irregularidades presentes, que van desde profanaciones en tumbas, robo de flores y maleza en los camposantos.
Keyla Dávila, quien tiene a sus padres sepultados en el Cementerio Municipal de San Felipe, denunció que hacia la zona baja del cementerio, el monte tapa las tumbas, al igual que el camino, por lo que los usuarios deben apartar la maleza con las manos para poder pasar y encontrar el espacio donde fueron sepultados sus familiares.
Al igual que Dávila, Zaida Rodríguez, usuaria del cementerio de San Felipe, denunció que el camposanto no cuenta con iluminación y que la seguridad es pésima. Esta ciudadana alegó que hace dos semanas fue víctima de un asalto dentro del recinto.
La maleza e inseguridad que reinan en el camposanto del municipio San Felipe también se aprecian en el cementerio del municipio José Joaquín Veroes, donde la delincuencia y sectas satánicas se han apoderado del espacio.
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Katalina Ilarraza, habitante del mencionado municipio, denunció que durante el mes de diciembre y principio de enero, ocho tumbas fueron profanadas. «La tumba de mi abuela fue violentada el pasado 16 de diciembre y aún estamos esperando que las autoridades investiguen para dar con los culpables».
Ilarraza sostuvo que los deudos no solo cargan con el dolor por la pérdida de su familiar, sino también con la impotencia de no saber qué tipo de ‘trabajo oscuro’ están haciendo las sectas satánicas con los restos de la persona fallecida.
Este camposanto en particular, comentó la también habitante de Veroes Sofía Reyes, no cuenta con vigilancia ni iluminación, por lo que delincuentes y sectas satánicas hacen lo que se les antoja ante la mirada indolente de las autoridades locales. Dijo que en las caminerías del Cementerio Municipal de Veroes se consiguen botellas vacías de licor, jeringas, altares de magia negra, ropa íntima, heces humanas y restos de motos o carro robados.
De los pocos cementerios que cuentan con vigilancia permanente está el Cementerio Municipal de Independencia, que hace tres años fue convertido en ruta turística por estar sepultados en él los retos de personajes que marcaron una huella en la cultural del estado Yaracuy. En es te cementerio se encuentran las tumbas de Rafael Andrade (autor del vals Morir es nacer) y del poeta y escritor Manuel Rodríguez Cárdenas.