Punto Fijo.- Desde el 14 de septiembre, los manglares ubicados entre Punta Cardón y Punta Maragüey en la Península de Paraguaná, estado Falcón, están invadidos por al menos tres botes de petróleo del oleoducto de Pdvsa Occidente que atraviesa el golfete de Coro.
El río de petróleo que recorre más de 40 km², según un estudio realizado por el especialista y biólogo Eduardo Klein, un tamaño que supera 5.000 canchas de fútbol y que no ha tenido atención por parte de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La empresa estatal es la encargada de las tuberías que llevan crudo desde Bajo Grande en Zulia hasta la Península de Paraguaná en Falcón, para alimentar a las refinerías Amuay y Cardón.
Pescadores de la Península de Paraguaná se han unido en busca de soluciones a esta situación que los deja con un mar contaminado y sin posibilidad de trabajo, la fuente de ingreso principal de los habitantes de Tiguadare, El Cayude, Tacuato y Punta Cardón; además se afectan áreas importantes como Punta Maragüey y los manglares, un monumento natural que aloja aves migratorias y cría de camarones.
Los pescadores de la península han denunciado a El Pitazo que estás zonas están muy afectadas, el primer fin de semana de octubre, 18 días después de iniciarse el primer derrame, visitaron la zona representantes de los diferentes poblados y observaron tres fugas de crudo entre Chicagua y Maragüey, que afectan severamente el área.
Ya no hay peces y en el fondo está la mancha que contamina toda la zona. Aunque Pdvsa tiene conocimiento del hecho, marcaron las tres fugas de petróleo con flotadores improvisados (botellas de plástico), pero la tubería sigue botando crudo y no se han hecho los correctivos.
Según el profesor Klein, este tubo se ha roto 17 veces en los últimos dos años, lo que tiene el área contaminada porque, aunque se repara la tubería días después, no se hacen las limpiezas para que el mar se recupere y no quede el petróleo en el fondo, que extermina todo el ecosistema marino.
Durante este mismo fin de semana, los pescadores de Punta Cardón perdieron su producción porque los peces salieron contaminados. Extienden un llamado a Pdvsa para que se responsabilice y atienda la situación.
Por otros pescadores y trabajadores de la industria petrolera, se supo que se han marcado las fugas, pero no han puesto las grapas porque las estaban fabricando; sin embargo, también señalaron que esa tubería permanece inoperativa desde julio y hay un proyecto de sustitución; lo que sale son residuos que han quedado en el lugar.
Se estima que los trabajos de reemplazo comiencen pronto, incluso alertaron a los pescadores de Río Seco debido a la cercanía de la tubería con su ruta marítima. A finales de julio de este año, el ministro de Acuicultura y Pesca, Juan Carlos Loyo, se reunió con los representantes de los pescadores del estado Falcón, quienes le expusieron los problemas y exigieron soluciones.
Pidieron aumentar el litraje de gasolina semanal; reemplazar las tuberías dentro del golfete de Coro porque ya cumplieron su vida útil de suministro de crudo, gasoducto y poliducto; retirar del fondo marino los lastres y desechos, y succionar los residuos de petróleo causados por los constantes derrames; enterrar a dos metros de profundidad las tuberías de productos, sobre todo la del Acueducto Bolivariano, causantes de la sedimentación de las corrientes marinas -acuerdo que no se cumplió durante la ejecución de los proyectos-; dragar ambos extremos de la entrada del golfete.
También pidieron realizar el estudio de impacto ambiental y ubicar a las empresas responsables de los proyectos desarrollados en el golfete de Coro para que asuman los daños causados a las comunidades pesqueras por incumplir normativas de seguridad ambiental internacional y no tomar en cuenta las peticiones de los pescadores, quienes conocen las características de cada zona.
Hasta la publicación de esta nota no han obtenido respuestas a ninguna de las solicitudes y, en nombre de todos los pescadores y habitantes de la zona, exigieron que se cumplan los compromisos que adquirió el Gobierno nacional, porque ya no hay tiempo y cada día es más afectado el ecosistema marino.