Maracaibo.- Al menos 800 alumnos regresarán este 2 de octubre a las aulas oscuras, calurosas y con paredes sucias de la Escuela Básica Nacional Ángel Álvarez Domínguez, en Maracaibo, estado Zulia, para el inicio del año escolar. Regresan con el riesgo de que les caigan encima pedazos de concreto del techo que está roto por las filtraciones.
Los maestros, obreros y representantes tenían la esperanza de que en la temporada vacacional el gobierno de Nicolás Maduro reparara los techos, los baños y el comedor de la escuela, pero no fue así. Este lunes 18 de septiembre, cuando se reiniciaron las actividades administrativas en los planteles, los trabajadores no encontraron ningún cambio.
“Así no se pueden dar clases, pero a nosotros nos exigen hacerlo», dijo una maestra sobre las exigencias que les hace la Zona Educativa de cumplir con sus funciones para no amonestarlos.
«Es un peligro. Los niños sufren porque no hay ventiladores, no hay una buena iluminación, no hay agua para beber y los baños no están en buenas condiciones”, insistió la docente, quien se reintegró este lunes 18 a las actividades administrativas y por temor a represalias pidió no ser identificada.
FVM: 60 % de las escuelas están en pésimas condiciones para iniciar año escolar
En las condiciones precarias de esta escuela están 9 de cada 10 planteles públicos en Zulia, según denunció, este lunes 18, el presidente la coalición magisterial en el estado, Gualberto Más y Rubí.
“9 de cada 10 planteles no se encuentran en condiciones adecuadas para impartir clases. No se puede decir que un colegio está bien porque se pinta y se quita la maleza, cuando internamente no hay cableados eléctricos, no llega el agua potable o no hay pupitres”, dijo el representante gremial.
La Escuela Básica Ángel Álvarez Domínguez, ubicada en el barrio Los Olivos, al oeste de Maracaibo, es una de las no tiene aptas las salas sanitarias, los estudiantes y maestros deben cargar el agua en tobos; algunos salones están sin cableado eléctrico y 6 de las 18 aulas fueron clausuradas hace 2 años por el riesgo de que se desplome el techo.
“A esta escuela no le hacen nada desde hace 15 años. Estar aquí es un peligro. Los Bomberos de Maracaibo levantaron un informe en el que declararon la infraestructura en riesgo”, aseguró José Alvillar, obrero de la institución.
La escuela albergaba cerca de 1.600 estudiantes en 2 turnos, pero después de la pandemia la matrícula bajó a 800, dijo Alvillar.
Los maestros y empleados de la escuela hicieron durante el año escolar 2022-2023 tres vendimias para recolectar fondos: una para reparar las cavas del comedor, la segunda para pintar dos aulas y la última para comprar candados con el fin de asegurar las puertas antes del inicio de las vacaciones.
“Muchas cosas se hacen porque nosotros traemos. Las madres procesadoras traemos verduritas, condimentos y aceites para poder hacer la comida. También hay un señor que tiene una tienda y nos regala las verduras”, dijo Eva Viloria, quien tiene 13 años laborando en el plantel.
Más y Rubí, presidente del Sindicato Unitario de Magisterio en Zulia, insistió en que a los problemas que enfrenta la infraestructura escolar se suman los precarios salarios de los maestros, lo que pone en aprietos el inicio del año escolar.