Barquisimeto.- Los propietarios de dos haciendas ubicadas en los pueblos Yarabana y Curarigua están bajo asedio de los invasores, que se rehúsan a abandonar los predios pese a las medidas dictadas por los tribunales y el Instituto Nacional de Tierras (Inti) a favor de los dueños, explicaron tres fuentes.
En menos de un año, 12 fincas de las parroquias Antonio Díaz y El Blanco del municipio Torres, en el estado Lara, han sido ocupadas ilegalmente por presuntos colectivos que imposibilitan la producción regular de carne, lácteos y caña de azúcar en esos predios, advirtieron tres fuentes consultadas por El Pitazo el 8 de febrero.
Los propietarios de dos haciendas ubicadas en los caseríos Yarabana y Curarigua están bajo asedio de los invasores que se rehúsan a abandonar los predios pese a las medidas dictadas por los tribunales y el Instituto Nacional de Tierras (Inti) a favor de los dueños, explicaron dos productores que reservaron su identidad por razones de protección.
Tras la detención de siete ocupantes de la finca de Elkis Padua en la parroquia El Blanco por parte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el 5 de febrero, integrantes del colectivo Plan Bonito Yarabana amedrentaron a Padua y a su madre durante dos días, relataron sus allegados.
“Padua denunció y los invasores tomaron represalias en su contra. Una comisión de la Guardia Nacional intervino para sacarlo a él y a su mamá de la finca. No lo dejaban ordeñar las vacas, ni alimentar a los animales, lo amenazaron con machetes”, comentó uno de los productores de la zona.
De predio en predio
Un representante legal de los productores declaró, en condición de anonimato, que detrás de las invasiones registradas en el último año en el municipio Torres hay personas que ya tenían lotes de terrenos en fincas expropiadas.
“Van invadiendo fincas, el Inti les otorga las cartas agrarias y después que tienen la regularización de tierras, las dividen y venden a terceros”, alertó. De acuerdo con esta fuente, entre El Blanco y Antonio Díaz hay cerca de 2.000 hectáreas rescatadas por el Inti que nunca alcanzaron sus niveles de productividad.
En el caso de Curarigua, recordó que en 2010 el chavismo expropió la hacienda Campo Alegre y le entregó las tierras a un grupo de pobladores. “Después de que estaba en niveles óptimos de productividad de caña de azúcar por hectárea es completamente una ruina. Como se les dañó el trapiche acabaron con el agua y la vegetación, tomaron 150 hectáreas de otra hacienda en marzo del año pasado”, alertó.
Una de las afectadas por esta invasión señaló que su hacienda tuvo producción de caña durante 50 años y era una de las principales fuentes de empleo en la zona. Las tierras, agregó, estaban preparadas, pero los ocupantes quemaron la caña para alegar que estaban ociosas.
Contó que la invasión se materializó cuando su esposo y dueño de los predios tenía cáncer y tenían la hacienda en venta en busca recursos para cubrir el tratamiento oncológico. Las negociaciones no se dieron, el cañicultor murió a consecuencia de la enfermedad y la viuda debió iniciar una serie de trámites legales para reclamar la propiedad.
En el proceso, recibió amenazas de muerte de parte de los ocupantes, dijo el abogado. “Hemos ido a las instancias, los invasores se encuentran en desacato al tribunal”, sostuvo.
Violencia en aumento
Con la vuelta de las invasiones también aumentó el abiegato y hurto de fincas en las parroquias El Blanco y Antonio Díaz, añadió un productor. Mencionó que en dos redadas policiales hechas en los predios con invasores, los funcionarios encontraron materiales robados.
“Se requiere del apoyo de las instituciones del Estado porque no podemos permitir que esté ocurriendo en nuestro municipio porque vamos a caer en la misma situación de los estados vecinos donde se instauró el pago de vacuna y otros flagelos”, reiteró.