Barquisimeto.- Los 229 pacientes renales que acuden a la Unidad de Hemodiálisis de Barquisimeto enfrentan una crisis que atenta contra sus vidas. Con 43 máquinas operativas «entre comillas» que ya completaron su vida útil y no cumplen con el proceso de diálisis de manera óptima, sus esperanzas de vida se ven disminuidas día a día, así lo informaron durante una protesta este 7 de noviembre frente a la sede ubicada en la carrera 25 con calle 34 de la capital larense.
La presidenta de la Fundación Amigos del Paciente Renal del estado Lara (Fundaprel), Anabelle Camacaro, exclamó: “Ya basta de indiferencia”, al pedir la repotenciación o sustitución de las máquinas M4008S Fresenius.
Camacaro destacó que, solo en lo que va de 2024, han fallecido 28 pacientes de esta unidad y que la falta de diálisis adecuada lleva a los pacientes a padecer condiciones graves. “Sabemos que la hemodiálisis conlleva otras patologías, pero también estamos claros en que, por la falta de diálisis óptima, el paciente renal cae en esas condiciones (…) Ellos están sobreviviendo por la misericordia de Dios”, dijo, refiriéndose a la situación que enfrentan en esta unidad.
Expone que, además, 15 máquinas están completamente inoperativas, las paredes presentan filtraciones y grietas, y los pacientes deben soportar la falta de aire acondicionado en un ambiente ya de por sí riesgoso para su salud. Además, a los baños les faltan las baterías y los sillones para los pacientes no son adecuados. “La infraestructura está grave, las paredes rotas, filtraciones, más nunca se volvió a pintar”, denunció Camacaro.
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Esta realidad no es únicamente en esta unidad. Según la vocera, en el estado Lara hay más de 1.300 pacientes que dependen de diálisis y que se distribuyen en 7 unidades, todas en condiciones similares. “Hemos hecho denuncias ante la Dirección de Salud, el Consejo Legislativo del estado Lara y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), pero hay una apatía gigantesca”, aseveró.

Resaltó que la realidad es tan crítica que hay alrededor de 70 pacientes en urgencias del hospital Pastor Oropeza esperando por cupos en alguna de las unidades de diálisis en Barquisimeto porque no hay suficientes máquinas.
La situación también ha conllevado una crisis de personal, ya que enfermeras, médicos y trabajadores han renunciado debido a las difíciles condiciones laborales. De las 30 enfermeras que había en esta unidad, hoy solo quedan 22, lo cual ha impactado la atención al paciente renal.
Rafaela Alvarado, una paciente con 15 años en hemodiálisis, relató cómo el deterioro en el servicio la afecta directamente. “Las máquinas están dañadas, no tenemos aire acondicionado ni una hemodiálisis eficaz, siempre salimos con peso y con la urea y la creatinina altas”, señaló Alvarado, quien además sufre de infecciones recurrentes, que atribuye a las malas condiciones de salubridad en la unidad.
Katty Rodríguez, otra paciente que lleva dos años y medio dializándose, también denunció la falta de equipos, tensiómetros y personal técnico, además del deterioro de las máquinas y la proliferación de bacterias por falta de aire acondicionado. “A mí me han cambiado el catéter tres veces en menos de dos meses por infecciones”, señaló.
Los familiares y pacientes exigen que las autoridades y el IVSS actúen de inmediato, no con promesas, sino con hechos.