Barquisimeto.- La protesta prevista para este 21 de noviembre, en ocasión del Día del Estudiante Universitario, tuvo un cambio de último minuto en Barquisimeto, estado Lara.
Con dos horas de anticipación, militares se ocultaron en un concesionario clausurado en la avenida Venezuela con Morán y también detrás del centro comercial Los Próceres de Barquisimeto a la espera de los manifestantes que tomaron la calle para hace un llamado a la Fuerza Armada Nacional (FAN).
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Los estudiantes saldrían desde el rectorado de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Alvarado) hasta el Destacamento 121, pero cambiaron la marcha por una clase magistral para evitar focos de represión y detenciones por parte de la Guardia Nacional que ya estaba desplegada en los puntos dispuestos para la movilización.
El Destacamento 121 —donde se encuentran los cuatro jóvenes detenidos en la protesta del 16 de noviembre en la ciudad— tenía los principales accesos cerrados desde la noche anterior y habían tanquetas asomadas en la entrada de las instalaciones. “Ejército venezolano esperamos que te pongas del lado correcto y defiendas al pueblo que también lucha por ti”, decía una de las pancartas que elevaron los manifestantes.
En la jornada también exigieron la liberación de Miguel Rangel, Alejandro José Querales, Daniel Alfonso Giménez y Yaloha Torrealba, los jóvenes detenidos el 16 de noviembre en la jornada convocada por Juan Guaidó en Barquisimeto.
Aula a cielo abierto
La transitada carrera 19 de Barquisimeto se convirtió en un aula a cielo abierto por un lapso de dos horas. Los estudiantes cerraron con mesas y pupitres dos canales y con un megáfono se dirigieron a sus compañeros, docentes y la sociedad civil que atendió el llamado.El presidente del centro de estudiantes de la Ucla, Jesús Suárez, rindió tributo a las víctimas de la represión y la emergencia humanitaria.
“Los estudiantes alzamos la voz por todos esos jóvenes que hoy no están aquí porque el régimen les quitó la vida, por todos esos jóvenes que han tenido que irse de nuestras fronteras por no tener oportunidades, por todos esos jóvenes que están presos por la dictadura. Los estudiantes estamos comprometidos con la lucha por la libertad y democracia de Venezuela”, proclamó.
El profesor y director del Programa de Desarrollo Humano de Ucla, Carlos Meléndez, tomó la palabra para darle un espaldarazo a la juventud. Aunque la protesta estuvo menos concurrida que la del fin de semana llamó a los estudiantes a no desistir. Recapituló los momentos clave de los movimientos estudiantiles en Venezuela, habló de la generación del 28, pero también de la generación de los 80 que tomó partido con el chavismo y ha avalado la destrucción del país.
“La generación del 2007 fue la primera en vencer a Chávez, también están las de 2014 y las de 2017. Ahora tenemos a esta generación de muchachos que a diferencia de otros se han preocupado hasta por el desinfectante y el cloro para limpiar la universidad porque todos los días buscan las maneras de preservar la academia”, sostuvo.
Meléndez reiteró que la universidad no cerrará sus puertas pese al déficit presupuestario y el éxodo de personal que se ha registrado en los últimos años.“La universidad seguirá abierta y luchando con la violación sistemática de los derechos humanos”, agregó.