Barquisimeto.- En Bobare están secos. Esta zona forma parte del municipio capital, Iribarren, a 32 kilómetros de Barquisimeto. Sus 45.000 habitantes deben buscar agua turbia de una laguna y los más afortunados pagar camiones cisterna para abastecer su hogar, porque los enviados por la gobernación o la alcaldía solo han llegado una vez en todo 2023.
Así lo manifestaron vecinos de Bobare, quienes hicieron un recorrido por los tres pozos de Hidrolara, estructuras que se encuentran desmanteladas, según muestran videos grabados por Alcides Pérez, del Movimiento Unidos por el Agua y los derechos humanos, de Barquisimeto.
Zulia | 680 familias en Mara pasan hasta 15 días sin agua por tuberías
María Alvarado, habitante de Bobare, mencionó que trabaja en una escuela donde tienen que cocinar la comida que dan a los niños con el agua turbia; mientras que Lourdes Mendoza de Semprún, de la comunidad de Durigua, dice que desde enero, la gobernación solo ha entregado dos pipas de agua por familia.
“Miren el color del agua [marrón]. Cuando llegó la almiranta Carmen Meléndez a la Gobernación de Lara, nos quitaron los camiones cisternas y ahora tenemos que consumir esta agua que causa daño a la salud de los niños y adultos mayores. La tenemos que aclarar con carbón”, dijo otro vecino ante la cámara.
Instalaciones de Hidrolara desmanteladas
Israel Torrealba, del Movimiento Unidos por el Agua y los derechos humanos, en Bobare, mostró cómo desvalijaron el tablero de control de Hidrolara, así como el monte que rodea el resto de las áreas.
El miembro del Colegio de Ingenieros del estado Lara, Julio Gutiérrez, mencionó que debido a la falta de mantenimiento y de vigilancia, las instalaciones de Hidrolara -pozos, transformadores y tableros- se encuentran rodeadas de maleza y paralizadas.

“La centralización ha hecho mucho daño. Desde 2017, cuando se le quitó a Hidrolara la autonomía financiera, con la cual podía cumplir la mayoría de los costos operativos, las instalaciones cayeron en la desidia, la debacle total”, dijo Gutiérrez.
En medio de la sequía, los bobareños hacen un llamado al gobernador de Lara, Adolfo Pereira, y al alcalde del municipio Iribarren, Luis Jonás Reyes, para que presten atención a la escasez de agua en esta zona.