Barquisimeto.- Acudir a la iglesia, orar a Dios a través de la Virgen y venerar a la imagen mariana de la Divina Pastora no es exclusivo de las personas adultas. Los jóvenes, desde muy pequeños, sienten ese amor por la madre de Jesús, una devoción inculcada por sus familias, pero que pronto la sienten propia.
José Márquez tiene 21 años. A los 16 hizo su primera procesión solo, porque su mamá, María Sagrario Alonso, no lo pudo acompañar por dificultades para caminar. En este 2024, José ha entregado sus dones como servicio, trabajando para la radio El Salvador, de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
Su petición personal a la Divina Pastora es para que cuide y proteja a sus hermanas mayores, María Celeste y María Victoria, quienes viven fuera de Venezuela, una en Ecuador y otra en Colombia. “Mis hermanas son muy especiales para mí, las quiero mucho. Pido a la virgencita que me las llene de salud donde estén”.
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“Los jóvenes también somos creyentes y aquí estoy feliz trabajando al servicio de mi virgencita. Mi devoción viene desde pequeño. Al principio venía con la familia, porque teníamos que cumplir. Pero después, la devoción fue individual, incluso animaba a mi papá, Jhonny Márquez, que no es muy religioso, para que asistiera a la iglesia y viniera a la procesión”, cuenta con emoción José.
Fabiana Gutiérrez, con tan solo 18 años, es otra joven que creció con la fe mariana en su hogar. “Es muy bonito sentir esa ternura, esa paciencia y ese amor que tiene nuestra Madre, saber que ella nos escucha e intercede por nosotros ante Jesucristo”, dijo.
Evangelizar a sus pares
Jesús Arráez, de 25 años, ha intentado promover la devoción a la Divina Pastora entre sus pares. Cuenta que no siempre lo ha logrado, pero que sí hay cambios, por ejemplo, con su mejor amigo, quien ahora siente el amor hacia la Virgen, aunque no sea el más religioso del grupo.
“Mi devoción se inició desde muy pequeño. Mi mamá me cuenta que cuando yo estaba de brazos me sacó al frente de nuestra casa, como en la película El Rey León, para presentarme a la Divina Pastora, en un momento en que la imagen estaba en su recorrido por las parroquias de Barquisimeto”, cuenta Arráez.
Jesús ha peregrinado cada 14 de enero con su mamá, otras veces con su papá y algunas ocasiones solo o con amigos, pero nunca deja de hacerlo, porque su amor y fe están presentes como devoto de la virgen María, en su advocación de la Divina Pastora.
Jóvenes: piezas importantes
El obispo de Guanare y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, monseñor Owaldo Araque, aseguró que los jóvenes son piezas importantes en el camino de la fe, “porque ellos serán continuadores de la obra de Dios en el pueblo”.
En este sentido, reiteró el llamado a las familias, que deben sembrar la esperanza en sus hijos, desde pequeños, para que crezcan en el camino de la fe.
“Los jóvenes son los que van a acompañar el cordón alrededor de la Divina Pastora, para cuidar a la imagen. Son trescientos en Santa Rosa, trescientos en la plaza Macario Yépez y trescientos en la iglesia catedral”, detalló al hablar de la visita número 166 de la Divina Pastora a la ciudad de Barquisimeto, este 14 de enero de 2024.
Pidió a los jóvenes crecer en la fe y buscar a Jesucristo, mientras que a los “pastores, que los acompañemos, no los dejemos solos, ellos tienen mucho que aportar a la vida de la Iglesia”.