Los Taques.- Los habitantes de las comunidades del municipio Los Taques, en el estado Falcón, cumplieron este jueves, 25 de junio, dos días consecutivos cerrando la intercomunal Alí Primera para exigir agua por tuberías. Esta es la única vía terrestre que los comunica con el resto del país
La situación de cada sector es diferente: unos tienen tres meses sin el suministro por tuberías, pero otros cumplieron hasta cuatro años, como es el caso de Cumujacoa. Este jueves, los habitantes de la urbanización Nueva Jayana, donde hay 900 casas habitadas, construidas mediante la Misión Vivienda, trancaron la vía en ambos sentidos. En sus casas no tienen agua desde hace tres meses y ninguna autoridad les explica lo que pudiera estar pasando.
La comunidad está ubicada a pocos kilómetros del parque eólico de Paraguaná y de las playas que han sido impulsadas por el Gobierno nacional como principales atractivos turísticos de la región; sin embargo, a orillas de la carretera se ven personas con carruchas, sillas de ruedas e incluso a pie cargando bidones de agua para poder llevar a sus hogares y cumplir, al menos, con las necesidades prioritarias de sus familias.
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Para lavar la ropa, los vecinos tienen que pensarlo muy bien, porque la poca agua que buscan en las tomas clandestinas apenas les alcanza para cumplir con lo más básico del día a día. Otros habitantes de este municipio les compran agua a los camiones cisternas que se pasean la comunidad tocando corneta para ofrecer el servicio en 10 dólares por cada 1.000 litros.
Quienes tienen carro dejan de trabajar un día para llenar botellones en las tomas clandestinas y de esta manera tratar de abastecer sus casas. Nancy Grimán, detalló que la situación en el Oasis es fuerte, pues hay calles que tienen seis años sin agua; otras, un año y medio; y otras más, un año.
“Cada vez que llega el agua se van sumando más calles a las que no les llega, porque el nivel del líquido es cada vez más bajo. El Gobierno nos envía operativos de 1.000 litros por casa cada cuatro meses. Quién vive con eso en ese tiempo”, se preguntó.
En la protesta de este jueves, Johnny Arnias, habitante de Nueva Jayana, relató que en la comunidad hay personas con discapacidad, en cama, y que se dializan, por lo que necesitan tener agua constantemente. Pero esos casos tampoco son atendidos por ningún ente gubernamental.
Piden conocer el sistema de distribución
“Cada vez que llegaba agua a la comunidad de Guanadito nos llegaba a nosotros, pero cuando hubo la emergencia por los casos de COVID-19 en Los Taques, Hidrofalcón hizo una desconexión de la tubería madre, que es de 22 pulgadas, y nos conectaron con la tubería vieja», narró Arnias. Esta nueva situación les trajo problemas, hasta el punto de que entre todos los vecinos se las ingenian para surtir el ambulatorio y la escuela, «casos que debería atender el Gobierno”.
Desde que la parroquia Los Taques fue cerrada por los dos casos de COVID-19, primeros casos en el estado Falcón, la prioridad del agua la tuvieron para los habitantes de esa zona; mientras, la parroquia Judibana quedó en el olvido. Los protestantes piden a las autoridades competentes explicar la distribución de agua en el municipio para comprender lo que pudiera estar pasando.
A la protesta acudió la Policía de Falcón y la Policía Nacional Bolivariana, que intentaron mediar con los protestantes, pero la mayoría decidió quedarse en el lugar hasta obtener una respuesta de Hidrofalcón.
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Otra protesta por agua
Habitantes de los municipios Falcón y Los Taques acudieron al llenadero Alí Primera, en Punto Fijo, para exigir el suministro potable por tuberías, pero los encargados les dijeron que no hay niveles de agua para bombear.
Alexis González, habitante del sector Los Olivos, en la vía Jacaquiva y perteneciente al municipio Falcón, expresó la tubería principal de la comunidad está rota porque le cayó un poste encima hace un tiempo y no ha sido reparada. “De llegar a caer el poste por completo, el municipio Falcón va a quedar a oscuras porque es el que lleva las líneas de alta tensión. Estamos aquí buscando respuestas, pero nada que las logramos”, apuntó González.
Los residentes de Los Olivos tienen 16 meses sin el suministro por tuberías. Para aliviar la situación, los vecinos les compran agua a los camiones cisternas o la cambian por comida, mientras que otros cruzan pueblos enteros con carruchas para buscar el líquido en cualquier toma clandestina o en pozos profundos que han hecho en las comunidades para buscar agua.