Los Taques.- La hermandad y las ganas por recuperar sus espacios impulsó a los habitantes de las diferentes comunidades del municipio Los Taques, estado Falcón, a unirse para recuperar la Escuela Bolivariana y lograr que los niños vuelvan a ver clases en la infraestructura, ubicada en pleno corazón del pueblo pesquero.
Este sábado, 23 de noviembre, cumplieron la tercera jornada, a la que se sumaron niños, adultos, exalumnos y habitantes de la comunidad, quienes acudieron con sus cepillos, palas y otros enseres necesarios para cumplir con la limpieza.
En la actividad se ven personas de todas las edades barriendo, limpiando, pintando y adecuando cada espacio. Además, al finalizar la jornada se preparan para compartir y disfrutar juntos un almuerzo.
LEE TAMBIÉN
Una nueva sede con más problemas
La escuela fue cerrada por el Gobierno municipal hace seis años con la finalidad de demolerla por no tener las condiciones óptimas para que los niños pudieran ver clases. Pero el Gobierno local hizo la promesa de construir una escuela en el mismo lugar.
Los estudiantes de preescolar y primaria fueron movidos a la aldea universitaria construida en la entrada de El Hoyito, una zona alejada, rodeada de monte y adyacente al cementerio municipal. Los niños deben caminar hasta seis kilómetros para poder ver clases, y además corren un gran peligro porque tienen que cruzar una autopista.
Las madres denunciaron que al mudarlos les prometieron un transporte escolar, promesa que solo se cumplió las primeras tres semanas. Desde entonces caminan diariamente, situación que los tiene cansados. También denunciaron que esa sede de la aldea universitaria, aunque es relativamente nueva, tiene escalones que ya están deteriorados y la cerca de la planta alta también está en mal estado, lo que es un peligro para la mayoría.
Por si fuera poco, en el lugar se siente el mal olor que emana el cementerio municipal, ubicado muy cerca de la institución, y dentro de la escuela han encontrado varias culebras porque el centro educativo está rodeado de zonas enmontadas.
Recuperar la escuela es la prioridad
Todo comenzó en una reunión de representantes la última semana de octubre de 2019. Desde entonces comenzaron a planificar la toma de la escuela y su recuperación. Al plan se fueron sumando exalumnos que ahora son profesionales, arquitectos, ingenieros civiles e incluso empresarios que quieren ayudar a que la escuela vuelva a abrir sus puertas.
Ese grupo hizo una primera inspección y constataron que la infraestructura tiene algunos detalles que pueden repararse, pero está en buenas condiciones. La escuela data de 1960 y está catalogada por la ciudadanía como un patrimonio de la localidad, dijo Herminia Falcón, arquitecto y exalumna.
«Es un patrimonio muy bonito donde la mayoría de la población estudió. El costo de demolición es muy alto, además del costo ambiental que eso acarrea. Por eso creo que es más fácil y más factible reparar las columnas para que los niños puedan volver. Este colegio siempre brilló en excelencia y no podemos dejar perder eso», afirmó.
Semanas de trabajo y se siguen sumando
Los voluntarios organizados llevan tres semanas trabajando, y aunque han enviado cartas al Gobierno municipal, no han recibido respuestas. El sábado 16 de noviembre se inició la limpieza y desmalezamiento, porque el monte incluso les impedía el ingreso al patio central.
Aun cuando el trabajo que se viene realizando va en beneficio de la comunidad, este sábado 23 de noviembre, cuando los voluntarios pretendían iniciar la segunda jornada, se consiguieron con dos candados en los portones. Aunque no quisieron violentarlos, decidieron trabajar en la cerca perimetral, pintando, limpiando y podando los árboles. A mitad de la mañana llegó un funcionario de la Alcaldía de Los Taques, quien abrió los candados mientras los vecinos cantaban el himno nacional. También llevó un camión para que se recogiera toda la basura.
Algunos miembros de la comunidad denunciaron que la escuela fue desvalijada por la delincuencia común, que la dejó hasta sin electricidad por no contar nunca con seguridad de ningún tipo.
Los representantes solo esperan que sus hijos puedan estar en una escuela más cercana que les permita acudir todos los días a clases, y no que tengan que llegar cansados de caminar antes de empezar la jornada diaria. Aseguraron que se mantendrán en el lugar hasta lograr la recuperación completa para que así los niños puedan volver a sus aulas.