San Carlos de Zulia.- Este domingo 8 de noviembre se cumplen 37 años desde que en el estado Zulia se declaró el Día del Gaitero, en tributo a aquéllos hombres y mujeres que exaltan la gaita, como expresión de la Navidad de los venezolanos.
En medio de la crisis nacional, las agrupaciones deben sortear muchos obstáculos para seguir enalteciendo el patrimonio regional de los zulianos: desde la escasez de recursos hasta el silenciamiento de la gaita protesta en las estaciones radiales.
El 8 de noviembre de 1983 se declaró Día del Gaitero en honor al Monumental de la Gaita Ricardo Aguirre, intérprete de la Grey Zuliana, quien falleció en un accidente automovilístico en el año 1969. La fiesta fue declarada por el gobernador Humberto Fernández Auvert.
La naciente agrupación gaitera Los Parranderos, que nació hace un año en el Sur del Lago, es una muestra del amor hacia la expresión musical. Los 13 exponentes se consolidaron en medio de acentuada crisis de Venezuela y ante la carente presencia de músicos en el país debido a la migración.
Carlos Rubio, con 32 años, es ingeniero en petróleo con una especialización en crudos pesados, pero debido a la dramática crisis de Venezuela, retornó desde Maracaibo, hasta el municipio Colón, donde echó andar un emprendimiento y, a la par, se dedicó a la gaita, su pasión de vida.
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“Hay mucho trabajo por delante, es necesario que se dicten cátedras en las escuelas, eso ha decaído mucho. En cada colegio debe haber un profesor impartiendo nuestra cultura”, revela el bajista y director de Los Parranderos. Comenzó a los 10 años y siente que hace lo que dicta su corazón: amar al Zulia a través del canto y la ejecución instrumental.
Greybert Zárraga es compositor y el cuatro es su instrumento predilecto. En su nombre lleva la Grey, donde Ricardo Aguirre se inspiró. Su ocupación es dentro de una contratista eléctrica, pero cada tarde o noche, se reúne con sus compañeros en Santa Bárbara de Zulia, ya sea para ensayar o para ir alguna parranda donde toquen. “No podemos dejar morir nuestras tradiciones y nuestra gaita es la reina del folclor. Muchos han emigrado pero lo que estamos aquí debemos luchar”, dijo.
Instrumentos costosos y falta de gasolina
Ronan Urdaneta, solista de Los Parranderos afirmó que tocan puertas en comercios y esperan respuestas para comprar instrumentos, cuyo costo es en dólares. Les limita también la gasolina para asistir a los eventos y hasta para las prácticas, aunque es optimista. “Nos hemos visto afectado con la pandemia, pero ya tenemos dos sencillos y nos han llamado para ir a las presentaciones, a pesar de todo lo que ocurre”. Afirma que nació y morirá gaitero.
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Víctor Sanabria, con 33 años, es intérprete. Afirmó que surgir en medio de la crisis venezolana es un reto, y eso lo ha aprendido por su trayectoria en diversas agrupaciones, donde no sólo aprendió las lides musicales sino a posicionarse en un cada vez más difícil mercado.
Aprendieron a lidiar con limitantes. “Casi no escribimos gaita protesta, pero sí las cantamos, aunque la gaita no sólo es para protestar, tiene sus raíces en lo religioso, surge de lo cotidiano, se le canta al amor, la naturaleza, símbolos regionales y ahora más que se ha internacionalizado. Los gaiteros merecemos un puesto en la historia por el sacrificio, el costo de los instrumentos”, cuenta desde la plaza Bolívar de San Carlos el pasado 6 de noviembre.
Víctor Atencio, tiene 47 años y toca el furro desde los 15. Se formó gracias a sus padres, tíos y primos. “Esto se aprende desde pequeño y en nuestros sectores. Sabemos que la gaita protesta fue el pilar de la gaita, donde comenzó todo. Nos hemos ido adecuando a no hacerla pero en los toques sí la cantamos”, comentó.
La pasión desde jóvenes
José Luis Cano Rincón, con 43 años, es percusionista. Toca la tambora desde los 17 años. Es médico veterinario e integró varias agrupaciones, entre ellas la Dinastía Aguirre. “La gaita es una pasión, hacemos esto porque nos apasiona. Es complicado porque trabajo todo el día y saco un tiempo para hacer lo que nos gusta por amor a nuestro folclore”.
Nerú Pineda, el más joven de los gaiteros de la agrupación, tiene 15 años. “Inicié con Sixto Antúnez “Guasón”. A diferencia de muchos jóvenes que prefieren las redes sociales o los videojuegos, él se forma a diario para que el aprendizaje de sus antepasados no quede en el olvido. “Esto me apasiona desde pequeño porque mi papá me ponía a escuchar gaita”, rememora el gaitero.