Maracaibo.- Las celebraciones religiosas en honor a la Virgen de Chiquinquirá se celebran este 2019 en medio de un clima de austeridad, lo que no opacará la belleza y la fe por la patrona de los zulianos, aseguró el padre Nedwar Andrade, párroco de la Basílica.
«Nuestro pueblo ha sido golpeado por muchas calamidades que llevamos cada uno. Este año las fiestas patronales se hacen con un profundo sentido de austeridad, donde también hay belleza», dijo Andrade en una rueda de prensa para informar sobre las actividades en honor a la Virgen.
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La celebración por la Chinita se inicia el 26 de octubre con la Bajada de la Virgen, cuya actividad será celebrada en la plazoleta de la Basílica a las 5:00 pm. Sin embargo, desde este sábado 19 de octubre se inicia en Maracaibo el Potazo Chinquiquireño, cuyas donaciones serán usadas para las actividades religiosas.
El padre informó que la recaudación de fondos, que también servirá para apoyar los programas sociales de la iglesia, culminará el 15 de diciembre, día en el que se realizará el concierto Ofrenda de Amor, con la participación de la agrupación Guaco.
«En años anteriores se cobraba entrada. Hemos querido darle a Maracaibo ese regalo. Que sea la Virgen quien regale ese momento de esparcimiento a los zulianos. Decidimos hacerlo en la plazoleta con una entrada libre, y que la gente participe y tenga la oportunidad de ayudar con el potazo», dijo Ángel Rivas, organizador de las fiestas patronales.
Andrade y Rivas resaltaron el compromiso de los zulianos para colaborar con flores o cualquier otra donación para que sean posibles las celebraciones religiosas en honor a la Chinita.
Un manantial de amor
El padre Andrade informó que la labor social de las festividades de este año está denominada Manantial de amor chiquinquireño o Manantial chiquinquireño. Explicó que consiste en la creación de un pozo de aguas profundas para apoyar a la Basílica con el líquido y que beneficiará también al Hospital Chiquinquirá, ubicado justo al lado de la Iglesia.
«Necesitamos el agua para darle mantenimiento a la Basílica y seguir con los programas sociales, como el comedor. Además también vamos a apoyar a nuestros hermanos del Hospital Chiquinquirá, adonde llegan personas de todo el estado».
El padre Nedwar Andrade pidió a los venezolanos no perder la fe. «Debemos orar cada día más y hago un llamado a todos mis hermanos de Venezuela y a los que están en el exterior a que nos unamos en oración. Es una gran fuerza que nos lleva a hacer realidad lo que deseamos. Para Dios no hay nada imposible».