Punto Fijo.- Al menos 20 personas, familiares de los desaparecidos en el barco Arcángel Miguel, viajaron desde distintas zonas de Venezuela hasta el estado Falcón para buscar respuestas con el único sobreviviente de la embarcación que zozobró cuando regresaba a Santa Marta, Colombia, después de llevar frutas y hortalizas a la isla de Aruba. El accidente se registró el pasado 21 de mayo en aguas cercanas a Puerto Estrella, muy cerca de la Guajira colombiana.
Guardacostas Colombia obtuvo el testimonio del sobreviviente y emitió un plan de búsqueda, que hasta este sábado, 28 de mayo, no ha tenido resultados, por lo que piensan darlo por concluido este domingo 29, ocho días después del hecho.
Las familias viajaron al estado Falcón para buscar respuestas y además unirse en una búsqueda más exhaustiva. Ni el único sobreviviente sabe el nombre de la empresa para la que trabajaban los marinos, aunque están las pruebas de que partieron de Colombia para llevar a cabo el comercio internacional con Aruba.
Según algunos parientes, los desaparecidos tienen más de 40 años de experiencia y les parece ilógico que se hayan ahogado por causa de una ola que volteó la embarcación polivalente.
Estas familias se unieron para acudir a las autoridades falconianas y exigir una alianza con el vecino país e iniciar la búsqueda. Exigen que se haga una investigación intensa, ya que hay un sobreviviente y otro marino que bajó del barco dos horas antes del presunto accidente.
Un único sobreviviente
Juan Carlos Sánchez es el único sobreviviente de la embarcación, según contó a El Pitazo este sábado 28. Relató que la noche del 21, justo cuando faltaban unas dos horas para llegar a su destino, tomó relevo y sus seis compañeros se fueron al camarote para descansar hasta que llegaran a su destino.
«Yo revisé las máquinas y me senté en la cocina a cumplir con mi guardia. De repente sentí que el barco estaba de lado, y en cuestiones de minutos otra ola lo volteó. Comenzó a entrar agua. Tocando las cosas y con los ojos cerrados, nadé y nadé, hasta que abrí los ojos y me di cuenta de que estaba fuera de la embarcación», afirmó Sánchez.
«Llamé a mis compañeros, pero nadie salía —continuó Sánchez con el relato—. Me subí en la nave para ver si habían logrado salir, pero no vi nada. Así que me subí sobre una lámina de madera y miré al frente. Tenía de referencia un faro, por lo que intentaba nadar hacia allá».
El sobreviviente refiere que luego se dio cuenta de que una balsa había salido de la embarcación y subió a ella con todas sus provisiones. «Aunque usé las luces de bengala, no tuve respuestas, hasta que una embarcación me vio y me rescató», refirió.
A Sánchez lo llevaron a Chimare, Uribia, en la Guajira colombiana, donde le prestaron un teléfono para comunicarse con su esposa y advertir lo que había pasado. El dueño de la embarcación, un hombre conocido como Héctor, lo mandó a buscar vía terrestre hasta llegar a Amuay, municipio Los Taques del estado Falcón.
El sobreviviente reconoció que Guardacostas Colombia lo entrevistó y le pidió las coordenadas para ubicar el naufragio, pero se negó a montarse en una embarcación porque se sentía aturdido y confundido. Ahora que ve el panorama más claro está dispuesto a viajar a Colombia para dar un sitio estimado de dónde ocurrió el accidente.
Por este hecho, Juan Carlos Sánchez tiene una investigación en curso ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación municipal Punto Fijo.
Un tripulante se bajó antes del hecho
Según la información divulgada por los medios de comunicación colombianos, solo fueron reportados los seis tripulantes desaparecidos y el único sobreviviente. Pero la versión de este indica que uno de los jefes de la tripulación, identificado como Carlos Mancilla, natural de Maracaibo (estado Zulia) y residenciado en esa ciudad, bajó de la embarcación dos horas antes del presunto accidente por presentar problemas familiares y con una documentación personal. Fue rescatado después por una lancha.
Los parientes de los desaparecidos indicaron que Carlos Mancilla está en el estado Zulia y aunque al principio les respondió vía telefónica, perdieron toda comunicación. «Creemos que se trata de un testigo clave, que puede saber lo que pudo haber pasado o vio algo raro que nosotros no sabemos y por eso corrió del lugar», dijo Shirley Salazar, hija del capitán José Antonio Salazar, un marino de 68 años, natural de la isla de Margarita y con más de 40 años de experiencia marítima.
Seis desaparecidos y no hay rastros de la embarcación
La embarcación Arcángel Miguel es de bandera venezolana y por muchos años estuvo en el puerto pesquero de Las Piedras, el más importante de la península de Paraguaná. Debido al cierre de frontera decretado por Nicolás Maduro en 2019, la embarcación migró al puerto de Santa Marta, Colombia, para unirse al comercio internacional con las islas Aruba, Bonaire y Curazao (ABC). Así como este barco, se fueron muchos, y con ellos los marinos que trabajaban en el comercio entre Falcón y las islas, en busca de un sustento para sus familias.
Los desaparecidos son el capitán José Antonio Salazar Malvar, de 68 años, natural de la isla de Margarita y residenciado en ella, con más de 40 años de experiencia; Ledi Rafael Mata, residenciado en el estado Sucre; José Alberto Sánchez, de 52 años, nativo de Falcón, quien lleva muchos años trabajando con la empresa (en el año 2015 Sánchez sufrió un evento similar, pero el rescate se produjo a los cuatro días); Andry José Narváez Sánchez, de 42 años, residenciado en Falcón; Lino Alberto Gómez, de 50 años, natural de La Vela, estado Falcón, y residenciado en ella, y José Manuel Vizcaíno, de 54 años, quien es el cocinero.
Todos tienen una larga experiencia marítima, pues se han dedicado a la pesca y al transporte de mercancía desde que eran adolescentes.