Punto Fijo.- La calidad de vida de los pacientes de diálisis que acuden al Centro Nefrológico Integral Falcón (Ceninfalca), ubicado en Punto Fijo, estado Falcón, se ha visto comprometida en la última semana debido a que los tratamientos han sido disminuidos por falta de agua y los constantes apagones que afectan la unidad.
Jorge Luis Ruiz, paciente del referido centro de salud, refirió a El Pitazo que el pasado lunes 4 de abril solo los dializaron dos horas porque no había agua, cuando en realidad deben dializarlos por cuatro horas; el viernes anterior también recibieron dos horas de tratamiento porque no había servicio eléctrico y los bajones constantes impedían encender la planta eléctrica. La historia se repitió el miércoles y viernes de la misma semana.
«Significa que en una semana solo recibimos el tratamiento completo un día, lo que va acabando con nuestra calidad de vida. Nosotros dependemos de esas máquinas, y si nos falta el tratamiento estamos en peligro», puntualizó.
Ruiz lamentó que Hidrofalcón no cumple el compromiso de llevar 30.000 litros de agua diarios, una situación que pone en riesgo la vida de 80 pacientes.
Además, quienes reciben tratamiento faltan al menos un día a la semana al centro nefrológico para poder hacer la cola de la gasolina. «Nosotros somos pacientes delicados que merecemos atención de calidad. Tampoco podemos estar haciendo cola, pero qué más se puede hacer si no tenemos para pagar gasolina dolarizada», lamentó Ruiz.
A estos problemas se suma el desgaste y desatención gubernamental de la unidad, que forma parte del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Actualmente hay 22 máquinas dañadas, que en buen estado mejorarían la condición de los pacientes que son de Paraguaná y deben viajar a Coro para cumplir con sus tratamientos. También se dañaron los aires acondicionados de la sala de espera, por lo cual los familiares deben esperar en la calle mientras dializan a su pariente. Por si fuera poco, tampoco hay baños para los acompañantes y el consultorio médico tampoco tiene aire acondicionado.
«Los que están aquí trabajan con las uñas. La sede cada vez necesita más intervención, y aunque se ha hecho el llamado al Gobierno, han hecho caso omiso, pese a que son casi 100 personas las que están en riesgo de morir», precisó Ruiz.