Cabimas.– Lucidio González, un artista plástico de Cabimas, municipio del estado Zulia, esculpió cinco caballos junto a un grupo de creadores para representar la libertad. Las esculturas superan el tamaño real de un caballo y forman parte del Monumento Bicentenario en honor a la Batalla Naval del Lago de Maracaibo que tuvo lugar el 24 de julio de 1823.
Según la historia, la Batalla Naval del Lago del Maracaibo selló la libertad plena de Venezuela tras vencer a las fuerzas españolas. La obra que conmemora el triunfo militar está en el Parque Vereda del Lago. La inauguración se realizó el lunes 24 de julio de 2023.
Los escultores fueron contactados en 2022 y en marzo de 2023 iniciaron los trabajos por encargo de la Armada Nacional, contó González a El Pitazo. El artista comparte la autoría de la obra con Nerio Acosta, Orlando García, Marcos Márquez, Alí Goitía, Ely García, Amalia Coronado, Edwin García y Areli Díaz, también artistas de la Costa Oriental del Lago.
Los caballos no tienen jinete y están en movimiento en diferentes posiciones, elegidas por los artistas que acompañaron a González en la elaboración de la obra. “Ellos van libres porque de eso se trata, están corriendo y a sus anchas”, explicó el autor del monumento.
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Cada caballo tiene armazón de hierro y está moldeado con varios materiales, como mármol, granito y cemento. La elaboración de cada pieza tardó aproximadamente 15 días. Los escultores estudiaron la parte ósea de los caballos para crear similitudes con un ejemplar real.
Aunque hay parecidos entre los caballos, González diferencia a cada uno y rememora el trabajo que llevó moldearlos. “Ninguna (pieza) es igual a la otra. Fue complicado, pero no imposible y ahí está la muestra de nuestro aporte”, dijo el escultor.
González se muestra orgulloso por la invitación para hacer este monumento de un hecho histórico junto a otros creadores zulianos. El grupo celebra los resultados y se siente dichoso porque podrán contarle a sus hijos, nietos y el resto de las generaciones sobre su participación en esta obra bicentenaria.
6.500 metros de extensión
En este monumento no solo están los cinco caballos que esculpió Lucidio González. También hay bustos de los personajes históricos que destacaron en la Batalla Naval del Lago.
La obra tiene una extensión de 6.500 metros y está a cargo del Cuerpo de Ingenieros de la Armada Nacional, junto a otras instituciones y artistas, en el parque Vereda del Lago.
Hay una caminería llamada “Lago de los Héroes” para llegar a las goletas con banderas. El monumento tiene seis barcos, tres de tropas patriotas con el tricolor nacional y las otras tres de color blanco en representación de la derrotada fuerza realista española.
También está la plaza Los Ilustres en la que se rinde tributo al almirante José Prudencio Padilla, capitán Renato Beluche, general Manuel Manrique, teniente Pedro Lucas Urribarrí y general Lino de Clemente. Además, una escultura llamada “Bolívar Navegante”, estratega de la independencia y la capitulación firmada por el último capitán general de Venezuela, Francisco Tomás Morales, el 3 de agosto de 1823.
Otras piezas que completan la historia del combate son la “Rosa de los vientos”, similar a una brújula para orientarse, así como un mástil, estructura de las embarcaciones para dar soporte a las velas. En este lugar se izará la bandera en el marco de esta celebración de los 200 años.
“Venezolanos libran sus propias batallas»
El artista Lucidio González habla de su insomnio al contar la historia del monumento. Se desveló para dedicarse a la lectura que “le da fuerzas en el corazón, en el pensamiento y seguridad”. Mientras trabajaba con las cinco esculturas confesó que dormía menos porque en sueños lo atormentaba resolver los percances que surgían desde que comenzó el proyecto, al igual que los otros artistas que participaron.
Días previos a la inauguración del monumento bicentenario, González dijo que la mayoría de venezolanos “libran sus propias batallas” en un país en crisis y en el que cuesta trabajo mantenerse o seguir con los planes que se trazan. Durante la realización tuvo dificultades, mencionó.
“Nos costó mucho (trabajo) la obra por todos los factores: desde materiales, calidad hasta tiempo. Esa era nuestra responsabilidad. Ese era el recordatorio constante de que hay que seguir batallando”, detalló.
González tiene una trayectoria artística desde hace más de 40 años: sus manos han esculpido parte de la historia de Venezuela y del estado Zulia, de donde es oriundo y lo expresa con orgullo.
Este último monumento es uno de los más representativos de su carrera, aunque tradicionalmente se ha inclinado por obras sobre el petróleo, como el Monumento en honor al Trabajador Petrolero de Cabimas.
“Siempre son trabajadores o tienen que ver con eso en mis pinturas, porque es la realidad que tenemos. Es el paisaje urbano constante, entonces eso es lo que yo plasmo porque me gusta”, comentó.
Entre las obras de González también destacan las esculturas de San Benito de Palermo, copatrono de la Diócesis de Cabimas, que están en los municipios Santa Rita, Lagunillas y Bobures, en el Sur del Lago.
El escultor estudió en dos escuelas de arte, Julio Arreaga y Neptalí Rincón, durante la década del 70, y conserva como tesoros las enseñanzas y grandes amistades que dejó su paso por ambas instituciones.
Su sueño es hacer de Cabimas, su ciudad natal, un lugar en el que la gente pueda hacer arte. Pintar, obras de teatro, cantar, leer y filosofar sobre la vida. “Yo no quiero que recuerden que lo hizo Lucidio, sino que estoy tranquilo de saber que luché por un espacio mejor”, reiteró el artista.