Barquisimeto.- El incumplimiento de controles y protocolos en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto sumó otro pesar a los seres queridos de Ángel de Jesús Montes de Oca, quien murió de un paro respiratorio el 11 de junio en el servicio de neonatología del centro asistencial. Sufría de osteogénesis imperfecta. Estaba por cumplir dos meses.
El cuerpo de Ángel de Jesús se perdió entre los desechos de la morgue. La versión fue confirmada por los secretarios de seguridad y salud del estado Lara, Kleyder Ferreiro y Javier Cabrera, luego de que las víctimas hicieran público el hecho. La directiva del centro asistencial había solicitado “no hacer un escándalo”.
Las autoridades indicaron que Edixon Barreto, un técnico de la morgue, guardó el cuerpo en la cava de desechos orgánicos y no en el área correspondiente.
Aseguraron que el técnico actuó por cuenta propia y a solicitud de los familiares, quienes pidieron mantener el cuerpo del niño en la morgue por dos días mientras el papá del niño, Ángel Montes de Oca, se trasladaba de Medellín a Barquisimeto para darle el último adiós.

“Esa no es la función de la morgue. El cuerpo debería estar entre 24 y 72 horas pasado por libro, guardado en la cava que corresponde, no en la cava de desechos orgánicos (…) La institución no fue la que autorizó que permaneciera el niño allí. No fue que lo guardó. Lo empaquetó, lo embaló y lo ocultó dentro de una cava donde no debía estar”, declaró Ferreiro.
El titular de seguridad señaló que el Ministerio Público determinará las responsabilidades. Barreto comparecerá en tribunales “para enfrentar las consecuencias de sus decisiones”. “Ya está esclarecido policialmente quién fue. Esa persona solita fue a la prensa y dijo: ‘Me equivoqué, el error fue mío’”, añadió.

A la par, desestimó el testimonio de los padres y el técnico. Según ambas versiones, el cuerpo del niño tenía en los costados las instrucciones y se encontraba en un compartimiento separado de los desechos orgánicos.
“La familia dice que estaba identificado, pero, ¿identificado cómo? El señor envolvió en una manta, le puso morropack y lo escondió en la cava de los órganos. La persona encargada de la deposición de los órganos recoge el material, lo mete en el empaque de transporte y se lo lleva”, respondió Ferreiro tras librar de responsabilidad a la empresa de recolección de desechos.

Descartó que las víctimas vayan a ser indemnizadas. También anunció “la imposición de nuevos controles” en la morgue.
Familiares claman justicia
Este lunes, 17 de junio, los familiares de Ángel de Jesús alzaron sus voces de protesta en el hospital. Cargaron una pancarta con el rostro del niño y el ataúd blanco vacío.
“El niño estaba al cuidado de mi esposa y nuestros familiares. Yo estaba trabajando y buscándole unas medicinas fuera del país. Pidieron que el cuerpo siguiera en la morgue, por lo menos un día más, mientras llegaba de viaje para darle cristiana sepultura a mi hijo. El señor dijo que sí, que no había ningún problema, que él lo iba a resguardar bien. Cuando vengo a retirar me responden que el niño está en el libro, pero no lo encuentran en la morgue”, contó con pesar el papá del bebé, Ángel Montes de Oca.
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Cuestionó a las autoridades, que desde el principio les reiteraron que los cuerpos “pasan a desechos transcurridas las 72 horas”.
“Pero en nuestro caso no pasaron las 72 horas. El cuerpo se lo llevaron mucho antes”, reclamó.
Las primeras 48 horas del traslado a la morgue ya habían cumplido con el papeleo y los servicios fúnebres para retirar el cuerpo.
Denunció que desde el nacimiento de su hijo peleó por sus derechos en el servicio de neonatología del centro asistencial.
“Antes de yo irme de viaje, pedí que me dejaran pasar para despedirme de mi hijo porque no sabía si lo volvería a ver. La jefa del servicio me dijo:
‘ya me tienes obstinada. ¿Hasta cuándo tú? No vas a pasar‘. Le dijo a la portera que pasaría cuando entraran todos los demás. Me negaron despedirme de mi hijo en vida y también después de muerto”, lamentó.
El empleado de la morgue no ha tenido contacto con los familiares después de lo sucedido, agregó Montes de Oca.
Cuatro delitos
La abogada Gretna El Halabi, directora de la ONG Madres y Padres por los Niños de Venezuela y vocera de la Red de Derechos Humanos del estado Lara, se reunió con la directora del Hospital Central Antonio María Pineda, María García Lara. Instó a las autoridades a mantener al tanto a los familiares de las investigaciones.
“Queremos expresar nuestro profundo asombro porque no basta con decirle a los padres ‘disculpe, no lo conseguí, fue que lo metí en una cava y lo incineraron; sino que amerita acciones más contundentes para que se cumplan los protocolos’, manifestó.
Según la abogada, en este caso se cometieron cuatro delitos: omisión de procedimientos internos, extracción de cadáver, profanación y daños psicológicos y morales.