Por: Irene Revilla y Lisbeth Barboza
Caminar por el centro de Punto Fijo, en el estado Falcón, es ver a niños y adolescentes vendiendo todo tipo de productos, desde frutas y verduras hasta cigarrillos, apostados en esquinas, con pequeñas mesas y muy pocas veces acompañados de sus padres.
Al conversar con ellos, comentan que deben trabajar para llevar comida a sus hogares, porque lo que ganan sus padres no les alcanza para comer. Por ello salen todos los días y en sus ratos libres a vender cualquier cosa que genere ingresos a la familia.
Al preguntarles por la escuela, aseguran que van, mientras que otros se ríen y dicen que las clases no han empezado. La mayoría vende frutas y verduras, pero hay casos donde los adolescentes venden aliños y cigarrillos detallados a plena luz del día y en el centro de la ciudad, por donde pasan los funcionarios policiales a diario.
Los niños en situación de calle no solo son vulnerables a lo malo que hay en ella, sino también a perpetuar el vagar para sobrevivir. La mayoría están en la calle desde el amanecer hasta entrada la noche, para así complacer a quien les ordena pedir, o quizás a su madre o padre, quienes los utilizan en este ciclo sin fin.
En Coro, capital del estado Falcón, estos niños pueden ser vistos casi siempre en los centros comerciales más concurridos, en los semáforos de Los Tres Platos, esquina de Banesco, en los mercados municipales y en la avenida Manaure, por donde deambulan pidiendo para ellos y sus hermanos.
Deambular para comer
Nancy Martínez, habitante de Bella Vista, expresó que es preocupante la situación ya que cada vez se ven más niños en la calle, no solo pidiendo, sino también vendiendo cualquier cosa para poder subsistir, además se muestran descuidados y sucios.
Hizo un llamado a las autoridades a reaccionar ante esta situación que a la larga genera una lista de problema que afecta a la sociedad. “Esos niños deben estar en clases, estudiando. En la calle, trabajando, se aprenden cosas buenas y malas y ellos no están en edad para decidir el camino del bien o del mal”, aseguró.
La mayoría de niños se observan a lo largo de la avenida Ecuador, entre las calles Altagracia y Peninsular del Casco Central de Punto Fijo.
Humberto Amaya, habitante de Carirubana, dijo que estas cuadras se han puesto muy peligrosas, porque hay muchos buhoneros en las aceras, a pesar de que existe una normativa municipal que prohíbe la venta de productos en la calle.
“Pocas veces tomo estas calles porque es peligroso, aquí te roban entre la gente y uno no se da cuenta. Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y también que recojan tanto muchacho que hay en la calle”, expresó.
Abordajes en las calles
El Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna) en el estado Falcón, presidido por Nelly Yela, realiza junto al Sistema de Protección del municipio Miranda, abordajes a infantes y adolescentes que se encuentran en situación de riesgo y vulnerabilidad social.
Los sitios donde hay mayor presencia de menores de edad son los Tres platos, Mercado Viejo, urbanización 480 Años de Coro y la avenida Manaure, donde se han captado niños y adolescentes, así como a jóvenes embarazadas que están en situación de calle.
“Una vez captados los niños y jóvenes por los servidores del Consejo Nacional de Derechos del Niño, Niña y Adolescente, Prevención del Delito, ONA, Defensoría del Pueblo y Polimiranda, se trasladan a las instalaciones del Ceis “Menca de Leoni”, donde se les hace un chequeo médico y se aplica un instrumento social para conocer la situación real de los infantes y jóvenes”, puntualizó Nelly Yela.
Sin embargo, a pesar del seguimiento que estas instituciones de protección realizan, muchos de estos niños vuelven a la calle.
No hay cifras
La directora ejecutiva del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente, Gisela González, expresó que no hay un número de niños en situación de vulnerabilidad, porque es variable todos los días.
“Dentro del marco de la trilogía del proceso, Estado, familia y sociedad, nosotros debemos salvaguardar como Estado a la familia. Papá y mamá deben salir a trabajar por sus hijos y la sociedad pasa a ser copartícipe cuando nos hace llegar las denuncias para actuar dentro del marco que establece la ley”, dijo.
Expresó que en aras de salvaguardar los derechos de los niños en el municipio y cumpliendo lo establecido en el artículo 124 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna), el Consejo Municipal de Derecho junto al Consejo de Protección y los organismos de seguridad ejecutan un plan de abordaje para los niños en situación de vulnerabilidad en el municipio.
En el abordaje han ha notado que los mismos padres los incitan a delinquir, los introducen en organizaciones delictivas sin importarles las consecuencias jurídicas que esto pudiese acarrear. “Los padres somos civil, administrativa y penalmente responsable de nuestros muchachos, entonces debemos cumplir el contenido de la responsabilidad de crianza con bastante celeridad, responsabilidad”, expresó.
Han hecho operativos diurnos y nocturnos en reiteradas oportunidades. Muchos de los niños captados en el abordaje almuerzan en el comedor que lleva la casa integral Militxa Aldama de Goitia y en algunos casos se han dictado medidas de protección. De reincidir el Consejo de Protección, cumpliendo sus atribuciones, pudiese aplicar el desacato a la autoridad en el artículo 270 de la Lopnna.
“Hago un llamado a los padres. Se busca crear una conciencia hacia los padres para que no sometan a sus hijos a situaciones de riesgo y vulnerabilidad porque ellos son los hombres y mujeres del futuro. Estas personas que incitan a los niños a delinquir, pudiesen tener sanciones de las que se encuentran tipificadas en la ley”, concluyó.
En desamparo
La infancia es uno de los combinados más vulnerables en situación de pobreza y riesgo, donde la falta de recursos los conduce entre otras cosas a tener mala alimentación, problemas de desarrollo y abandono del sistema escolarizado.
En Falcón las instituciones dispuestas para protegerlos, entre ellos el Idenna, han venido realizando desde el año pasado abordajes a estos menores de edad en situación de vulnerabilidad social.
En muchos casos los menores carecen no solo de recursos, sino también de adultos que les protejan. Viven en una situación de absoluto desamparo, y no tienen alimentación adecuada ni un descanso reparador. Tampoco acceso a la educación, la llave fundamental hacia un futuro mejor.
Sin ella, la pobreza se convierte en un círculo vicioso del que resulta muy difícil salir. Y lleva a los menores a caer en manos de las mafias, en el consumo de drogas y la delincuencia.