Barquisimeto.– El director del parque zoológico y botánico Bararida de Barquisimeto y médico veterinario, Ramón Bastidas, declaró a El Pitazo que la elefanta Gira y el pony Indio fallecieron el 28 de febrero por complicaciones de salud previsibles para sus respectivas edades.
«La expectativa de vida silvestre del elefante es de 33 a 36 años. Gira tenía 43 años con nosotros. Igual que el pony, que tenía 22 años y la expectativa de vida es de 14 a 16», afirmó.
Sobre la elefanta Gira, una de las más queridas del lugar, contó que no murió de hambre, sino por una bronconeumonía bilateral severa que afectó más del 90 % de sus pulmones.
«Eso se relacionó con uno infarto al miocardio y una hemorragia cardíaca», agregó el veterinario luego de tener los resultados de la necropsia que hicieron durante cinco horas para evaluar al animal de cuatro toneladas.
«También revisamos todo el tubo digestivo, donde habían alimentos digeridos y no digeridos, inclusive heces compactadas, lo que comprueba que recibía su dieta normal», insistió. El colapso de la elefanta, sostuvo, fue consecuencia de la infección respiratoria a su edad. El mismo día de su muerte, Gira se apartó y echó al suelo.
«Los animales silvestres poco demuestran una sintomatología. Por instinto, en sus áreas naturales, disimulan la enfermedad, tratan de seguir comiendo para evitar ser presa de los depredadores, y aquí en el parque no es la excepción», dijo el médico veterinario..
El cuerpo de Gira sigue en las instalaciones del parque y su ambiente está clausurado para el público en general. El equipo veterinario determinará qué sucederá con los restos. Una fuente del zoológico descarta que puedan arrojarse a otras especies.
Indio era el mayor de la granja
Con respecto al pony Indio, el director del zoológico explicó que era un abuelito, el mayor de los ejemplares en la granja de contacto. «Comía demasiado y a veces sufría de regurgitación. Su muerte fue súbita. En la necropsia se encontraron lesiones gastrointestinales. Pero a la vez tenía una insuficiencia cardíaca por su edad», añadió el especialista.
Por otra parte, Bastidas anunció que no tienen previsto cerrar sus puertas durante Carnaval pese a la pérdida de dos de sus animales más populares. En el asueto mantendrán el horario de siempre: de 9:00 a. m. a 5:00 p. m.
Geriátricos pierden condiciones
El titular indicó que las 155 especies animales resguardadas en el zoológico tienen la alimentación garantizada. La repartición de comida, dijo, es un acto público que comienza todos los días a las 9:30 a. m.
Los animales geriátricos, agregó, son los que ya no lucen robustos como antes. «Tenemos el caso de la tigresa de bengala, que hace tiempo ya cumplió su expectativa de vida. Desde diciembre ha ido perdiendo condiciones: masa muscular y elastina de la piel. Pero si me dicen que cualquier animal que no sea geriátrico está descuidado, sí es mi responsabilidad», respondió a los cuestionamientos de la colectividad que denuncia el deterioro de las instalaciones y los ejemplares en exhibición.
Asimismo, habló del león Shaka, de cinco años de edad. El felino estaba en cautiverio en el zoológico de Caricuao y ahora está en el Bararida. «Es un carnívoro por excelencia. Nos llegó con 142 kilos en noviembre, y hace 20 días en el chequeo pesó 172 kilos», precisó.
Bastidas afirmó que realizan los manejos ambientales, nutricionales, sanitarios y reproductivos adecuados para devolverle el resplandor al zoológico. Igualmente, subrayó que el laboratorio clínico está operativo y efectúan las consultas mensuales de rutina en todas las áreas.
Esta reserva animal y botánica ha resultado afectada por la sequía y un prolongado racionamiento de agua, que, en parte, se debía al colapso de tuberías y fallas en el sistema de bombeo, reparados por los propios trabajadores hace dos semanas.