Barquisimeto.- Este viernes, 1 de febrero, los docentes marcharon hasta la Inspectoría del Trabajo, en Barquisimeto, en rechazo a los salarios de hambre y la pérdida de beneficios laborales.
El 7 de enero el sector se declaró en asamblea permanente en el estado Lara. Los docentes no imparten clases, sino que están en las calles en la lucha por sus reivindicaciones.
«Las protestas son en todas las parroquias. En Duaca, Barbacoas, Sanare, La Pastora, Siquisique, El Tocuyo y Cabudare reclaman que nos devuelvan nuestros tabuladores», explicó el presidente del Colegio de Profesores de Venezuela seccional Lara, Luis Arroyo.
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La protesta laboral le ha costado la apertura de procedimientos administrativos o suspensión de salarios a 50 docentes desde el inicio del año escolar 2018-2019, de acuerdo con los gremios regionales.
El secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación seccional Lara (Fenatev), Manuel Galíndez, denunció que los directores y coordinadores de planteles los amenazan con reemplazarlos por integrantes de los planes Chamba Juvenil o Chamba Mayor si no regresan a las aulas.
«Condenamos los atropellos y el abuso de poder por parte de directores de planteles y supervisores de las Ubch, que buscan quitarnos nuestros cargos. Los representantes no van a permitir que sus hijos sean formados por personas que no están capacitadas», afirmó el representante laboral.
Galíndez indicó que pese a la suspensión de clases, los alumnos no perderán el año escolar. «Hay mecanismos pedagógicos y académicos para ponerse al día», agregó.
Por sueldos justos
Arroyo y Galíndez señalaron que la asamblea permanente concluirá cuando el Ministerio de Educación y la Zona Educativa del estado Lara aumenten los salarios y paguen los retroactivos y bonos que adeudan a 15.000 educadores activos y 37.000 contratados y jubilados que hay en la entidad.
Según cifras del Colegio de Profesores, en la entidad 30.000 docentes han renunciado en los últimos años para emigrar o dedicarse a otras actividades que les garanticen mejores ingresos. Eso representa el 40 % de los afiliados a los distintos gremios regionales.
«Con el nuevo tabulador que nos impusieron arbitrariamente cobramos entre 15.000 y 20.000 bolívares quincenales, pero eso no nos alcanza para nada. Exigimos que nos paguen los bonos únicos de inicio del año escolar y del año fiscal, seguridad social, HCM, servicios funerarios, seguro de vida y de accidentes.
El gobierno está violando el artículo 89 de la Constitución que establece la progresividad de los beneficios de los trabajadores», manifestó Galíndez. Alertó que el Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (Ipasme) en Barquisimeto está desmantelado y sin personal; por ende, los afiliados no tienen acceso a consultas médicas y odontológicas, a pesar de que les descuentan el 6 % del salario mensual sin falta.
Por otra parte, Arroyo lamentó que el sector esté en pobreza extrema porque no tienen cómo cubrir los gastos indispensables y tengan que salir a dar clases con zapatos o medias desgastadas.
«Todo lo tenemos roto: el corazón, el estómago, la ropa», expresó. Los educadores invitaron a los representantes a respaldar sus protestas y anunciaron que para el lunes 4 de febrero tendrán una gran asamblea desde las 9:00 a. m. en la avenida Vargas con Venezuela, de Barquisimeto.
Para el martes 5 de febrero acudirán a una reunión con la defensora del pueblo del estado Lara, Elba Yris Rodil, para elevar sus reclamos en esa dependencia.