Maracaibo.- “Poder verla fue un privilegio, fue como un regalo que me hizo mi Chinita. Creí que este año no iba a poder verla, pero como ella es milagrosa nos dejó poder estar ante ella, aunque fuera unos segundos”. Esto lo cuenta María Morales quien llegó este 15 de noviembre antes de las 9:00 am a la plazoleta y estuvo en la cola 30 minutos para ver de cerca la reliquia de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.
La Iglesia marabina decidió que solo por este domingo, 15 de noviembre, se permitirá a los feligreses poder visitar a la Virgen de Chiquinquirá y el Equipo Chiquinquireño de Bioseguridad cuidó todos los protocolos. Hubo alcohol, antibacterial y se respetó el distanciamiento social. Se exigió el buen uso de la mascarilla a todos los que asistieron.
Quienes fueron a pagar sus promesas lloraron y se emocionaron. Todos los devotos se conmovieron porque tuvieron la oportunidad de estar cerca de la llamada Virgen de los Milagros o La Campeona de la Salud. Es la primera vez en la historia de las fiestas patronales que el templo permanece cerrado, pero las medidas para evitar la propagación del COVID-19 es lo que hizo que se tomaran medidas.
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En medio de lágrimas, Dalia Torrealba cuenta su experiencia. Este año estuvo cuatro meses sin poder caminar, le pidió a La Chinita y hace 15 días pudo ponerse de pie nuevamente. Fue a visitar a la Virgen caminando, dice que aún no hay un diagnóstico de por qué no pudo caminar durante esos meses, pero agradece a su patrona, lo que para ella ya es un milagro.
Laura González fue acompañada de su hija. “Vengo todos los años desde que era pequeñita y hace 40 años le traigo un ramo de flores el día de la Virgen. Me hizo un milagro, un milagro muy grande que no puedo decir, pero que era cuando estaba embarazada de mi hija”.
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Lo mismo le pasó a Ramón Puentes de 60 años. Este año decidió entrar al grupo de los Servidores de María, que son los hombres de blanco que cuidan y cargar a la Virgen. “Soy aspirante a Servidor de María y estoy aquí pidiéndole a La Chinita que me dé salud. Me da mucho sentimiento tener que verla tan rápido porque yo he estado en todas las procesiones, en todas las Bajadas y en todas las Auroras de ella”.
Sindy Vale, una devota de la patrona de los zulianos cuenta que sufre porque quiere compartir más tiempo en el templo con su Virgen Chinita. “Pero, tenemos que cohibirnos por la pandemia. Cada uno tiene que minimizar para evitar y prevenir la enfermedad que cada vez azota más y más”.
Tiene promesa por su hijo, cuenta que estuvo enferma cuando nació su niño que ya tiene cuatro años. “Fue una promesa traerlo cada día que cumple años y como hoy cumple años lo traje”.