En el municipio Guajira del estado Zulia las amas de casa recorren los comercios de la región en busca de economía, pero los precios de las proteínas y de los artículos de la cesta básica ahuyentan a la familia. En el mercado de Los Filuos, ubicado en la parroquia Guajira, el precio de la carne está en 250.000, el pollo en 200.000 y el queso en 350.000 bolívares.
La gran mayoría de los comercios de la localidad tienen los precios en monedas extranjeras; el 70% de los billetes que circulan en La Guajira venezolana son pesos colombiano y el 20% son dólares. Un paquete de harina está en 6.000 pesos colombianos, que equivalen a 90.000 bolívares en efectivo. Esta situación pone en aprietos a las familias de esta entidad fronterizas quienes hacen un llamado al gobierno local para que tomen cartas en el asunto.
Los ciudadanos del municipio denuncian que los comerciantes están trabajando con el sube y baja del dólar, el cual genera un caos en los precios de la canasta básica. Hasta el momento los representantes de la alcaldía de La Guajira no han hecho acto de presencia en el lugar.
“Es horrible. ¿Cómo es posible que ayer compré un kilo de queso en 280.000 y hoy esté en 350.000 bolívares?; ¿qué vamos hacer con esta terrible situación que está montando de hambre, pueblo de La Guajira? No es justo lo que estamos viviendo. Solo le pido a Dios que me dé mucha fortaleza para seguir soportando esta calamidad”, manifestó Agustina González, habitante de la población de Paraguaipoa.
Por su parte, Estela Montiel, habitante de la parroquia Alta Guajira, señaló que desde hace seis meses están comprando en monedas colombianas: “Llevamos un rato comprando las comidas en peso. Un kilo de queso nos cuesta 20.000; la carne, 15.000; el pollo, 13.000; la harina, 6.000, y todas las cosas las pagamos en pesos. Nos cobran las bolsas de Mercal en pesos, algo que envía el Gobierno nacional para el pueblo de La Guajira. ¿Que queda para los demás?”.
LEE TAMBIÉN
Carniceros en Aragua piden sincerar precios de carne en dólares
Manuela Fernández, habitantes de la parroquia Sinamaica, destacó que su sueldo como docente solo alcanza para comprar medio kilo de queso y un paquete de harina: “Aquí no hay un control en los precios de la comida; nosotros nos vemos en la obligación de comprar las cosas al precio que impongan los comerciantes”.
Por último, José González, padre de seis niños, hace el sacrificio de viajar al municipio de Maicao, en Colombia, para hacer el mercado, porque el precio es más económico.
“Cada ocho día subo a Maicao para comprar la comida de mis hijos; me sale más barato; aquí el precio de las cosas sube a diario porque simplemente trabajan con el dólar. Siempre gasto como 100.000 pesos y traigo bastante comida. Aquí un kilo de arroz está en 6.000 y allá en 3.200 pesos y el aceite tiene un precio de 4.500 y en el mercado de Los Filuos está en 7.000 pesos”.
Ante la situación, los ciudadanos de esta entidad fronteriza han buscado alternativas, ya que el sueldo no les alcanza para comprar un kilo de queso. Muchos optan por comer lentejas, pellejo y patas de pollo, que tienen un precio en el mercado de 80.000 bolívares.
En el municipio las proteínas y los artículos de la cesta básica tienen un precio en efectivo y otro por punto. Los habitantes hacen un llamado a los representantes del Gobierno para que tomen carta en el asunto porque no aguantan más esta situación.