Maracaibo.- El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas, presidió este sábado, 18 de noviembre, la Eucaristía Solemne en honor a la Virgen de Chiquinquirá, en cuya homilía invitó a los venezolanos a acercarse con ternura a una Venezuela herida y frágil.
«Esta Navidad cristiana nos invita a acercarnos con ternura a una Venezuela herida y en grave fragilidad, pues la realidad alarma. Lo vemos en la indigencia económica, social, política y ética», dijo el cardenal, la tarde de este sábado 18, ante cientos de feligreses que se concentraron en la plazoleta de la Basílica, ubicada en el centro de Maracaibo, para acompañar a la Chinita en su día.
El gaitero de los tres milagros de la Chinita
Agregó que esa «indigencia» invita a una movilización espiritual para que renazca una esperanza transformadora que rompa barreras para unir fuerzas constructivas sin exclusiones.
El cardenal recibió el Relicario de Oro en su única clase, una distinción que otorgan las autoridades de la Basílica. «Tener el privilegio de estar aquí y presidir la Eucaristía Solemne es una gracia que agradezco en el alma», dijo el arzobispo de Caracas.
Porras también destacó que la fe de los zulianos transciende fronteras. Dijo que en España y Nápoles celebraron, este sábado 18, misas solemnes en honor a la Chinita.
Recuperación del pueblo zuliano
La Eucaristía contó con la presencia de al menos cuatro docenas de sacerdotes, entre ellos el arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, quien señaló que la Virgen anima a la recuperación del pueblo zuliano.
La reliquia de la Chinita estuvo a la vista de todos en la plazoleta, junto al altar dispuesto en el frontis de la Basílica. Una coral de niños y jóvenes de la congregación de los Servidores de María fueron los encargados de entonar los cánticos religiosos en la misa, mientras que el grupo Los Chiquinquireños fueron los responsables de homenajear con gaitas a la patrona de los zulianos.
Los fuegos artificiales no faltaron y encendieron el cielo para homenajear a la patrona de los zulianos, mientras que los devotos presentes aplaudieron y cantaron a la Virgen.
Llena de flores blancas y con un manto de terciopelo azul marino inspirado en la advocación de la Esperanza Macarena de Sevilla (España), la Chinita salió en procesión cargada por los Servidores de María al finalizar la misa.
Al evento religioso asistieron las principales autoridades gubernamentales y militares del estado Zulia, entre ellos el gobernador Manuel Rosales y el alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez.
Cientos de fieles acompañaron a la Chinita por las principales calles del centro de Maracaibo, las cuales estuvieron custodiadas por la Guardia Nacional, la Policía Nacional Bolivariana, la Policía de Maracaibo y la Policía del estado Zulia.