San Felipe.- Trabajadores informales de San Felipe, estado Yaracuy, califican de arbitrario el Decreto Regional 025 establecido por la Gobernación del estado junto con la Alcaldía del municipio, para evitar todo tipo de actividad económica informal en las calles.
El Decreto solo será aplicado en el área comercial, la avenida Libertador de la capital yaracuyana. Fue solicitado por los comerciantes que pagan impuestos al Gobierno municipal, quienes en reiteradas oportunidades se quejaron por la proliferación de buhoneros que opacaban sus ventas.
El Pitazo conversó la tarde de este jueves 19 de diciembre con ocho trabajadores informales, quienes de manera discreta ofrecían su mercancía al consumidor.
Marcos Castellano, buhonero, dijo: “La decisión tomada por el gobernador Julio León y el alcalde de San Felipe Carlos Gamarra de prohibirnos la presencia en las calles fue injusta porque somos padres de familia que honradamente tratamos de llevar el sustento a nuestros hogares”.
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Por su parte, el trabajador informal Santiago Yovera señaló que el gobierno regional y municipal prefirieron apoyar a los comerciantes que pagan impuestos, pero perjudicar a los vendedores que no cuenta con dinero para montar un comercio legal. «Si estamos en las calles vendiendo helados, frutas, ropa usada y chupetas es porque no tenemos empleo. Los bonos que nos da el gobierno nacional no nos alcanza y el gobierno regional no nos ayuda a conseguir empleo dignos para llenar la barriga de nuestros niños».
Otros trabajadores informales denunciaron que fueron sacados de las calles como delincuentes.
Diego Vielma, buhonero, aseguró que el gobierno no les dio la cara sino que les envió a la Policía para desalojarlos a la fuerza. «Nosotros somos seres humanos y también queremos que nuestros hijos tengan unas navidades felices. Gobernador Julio León, póngase la mano en el corazón».
En el recorrido hecho por el área comercial del municipio San Felipe, el equipo reporteril de El Pitazo pudo apreciar calles despejadas, sin la presencia de buhoneros, lo cual genera entre los consumidores sensación de seguridad y el municipio luce más limpio y despejado.
La ciudadana Gisela Sierra, habitante de la avenida Libertador, aseguró: «Tenía años sin ver las calles de mi pueblo despejadas, sin los buhoneros los robos de carteras y teléfonos celulares disminuirán».
Gigi de Mariño, consumidora, sostuvo que con la eliminación de buhoneros las paradas de transporte público están más despejadas y se siente en paz y tranquilidad.