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jueves, 5 diciembre, 2024

Venezolanos migrantes que hacen hallacas la tienen fácil para conseguir los ingredientes

«Es más difícil hacer un sancocho que una hallaca acá en Argentina", contó Alejandro Aldana a El Pitazo. Y es que el creciente número de venezolanos desparramados por el mundo ha hecho más fácil conseguir los ingredientes para preparar nuestro inolvidable plato decembrino

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En la cena navideña de los venezolanos, el plato típico que nunca puede faltar es la hallaca, una tradición que con la diáspora venezolana llega ahora a las mesas de un sinnúmero de rincones del mundo.

Los venezolanos migrantes han buscado adaptarse a la cultura del país receptor, pero esto no significa que dejan a un lado sus tradiciones; y es que nuestros compatriotas son reconocidos por llevar un pedacito de su terruño a cualquier lugar del mundo, ya sea a través del lenguaje o su gastronomía.

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Hace algunos años la elaboración de la hallaca debía adaptarse a los ingredientes locales, a la ausencia del ají dulce, a nuevas guarniciones y nuevos comensales. Sin embargo, con la proliferación de la diáspora venezolana, los ingredientes del típico platillo navideño ya no son difíciles de conseguir en muchos lugares del mundo.

Es más difícil hacer un sancocho que una hallaca

Alejandro Aldana, venezolano de 42 años, cuenta que en Argentina puede conseguir hoy todos los ingredientes que hace dos años atrás no encontraba con facilidad. «Es más difícil hacer un sancocho que una hallaca acá en Argentina; las hojas las puedes conseguir congeladas y el onoto suele encontrarse solo en el barrio chino«, indicó a El Pitazo.

Aldana cuenta que cuando llegó a Argentina en 2016 tuvo que mezclar dos marcas de harina de maíz distintas para realizar la masa de las hallacas, la típica Harina P.A.N. con Haina de Polenta.

«Hoy en día todo se consigue con facilidad, con la llegada de tantos venezolanos también han comenzado a verse muchos de nuestros productos. Los cortes de carne tienen nombres distintos, pero es lo único», expresó.

Álvaro Rodríguez, comunicador social de 30 años, emigró a Chile en febrero de 2017. Manifiesta que gracias a la creciente comunidad de venezolanos en Chile, cada año se hace más fácil conseguir los ingredientes.

«Antes era difícil encontrar las hojas de plátano, pero las carnes, las cebollas y los pimentones se encuentran en cualquier esquina. Sin embargo, siempre llega un punto de diciembre en el que no consigues pimentón«, expresó.

La sorpresa que se han llevado los venezolanos en Chille es la diferencia en las aceitunas; y es que en dicho país es más común encontrarlas rellenas de chile picante en lugar de pimentón. «Era extraño comer una aceituna rellena y que fuese picante», comentó.

Rodríguez cuenta que la diferencia que ha notado es que algunos ingredientes no tienen el mismo sabor que percibía cuando aún vivía en Venezuela, asegurando que llegan a ser más suaves. «Algunos tienen la costumbre de comer hallacas orientales, las cuales llevan pescado. Aquí el pescado no tiene mucho sabor, no sé si es por cuestiones del traslado, pero el sabor no es el mismo«, expresó.

El venezolano explicó que también ha notado la diferencia en la ensalada de gallina, para cuya elaboración ha tenido que utilizar una variación distinta de papa.

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Para un conjunto de venezolanos en Uruguay tampoco ha sido una ardua tarea encontrar los ingredientes para elaborar este típico platillo navideño. Es el caso de Jesús Brazón, de 24 años. «En 2018 estuvo difícil conseguir todo; solo se podían conseguir los ingredientes en los negocios venezolanos. Pero este año hay muchas ofertas en el mercado, incluso los negocios uruguayos ofrecen paquetes que incluyen las hojas, el pabilo y el resto de los ingredientes«, contó.

El joven narra que lo más complicado de conseguir era el onoto, utilizado para pintar la masa con su tradicional color amarillo. Sin embargo, ahora lo encuentra en algunas manicerías y tiendas naturales.

«Como todo es importado sale costoso, sobre todo las hojas, porque aquí no crece plátano; entonces deben importarlas de Ecuador, pero hay tanto locales venezolanos que se consiguen con facilidad», expresó.

Un sabor familiar que encanta a los catalanes

Hekate Porte, chef venezolana de 48 años, llegó a Barcelona, España, en 2016 y cada diciembre ofrece hallacas a sus amigos venezolanos y a algunas de sus amistades españolas. «Es más fácil hacer una hallaca aquí, que hacer una hallaca en Venezuela. Y no me refiero a la situación económica, sino de algo que ha pasado toda la vida, porque lo único que podríamos adolecer es de la hoja de plátano«, aseguró.

Porte sostuvo que los ingredientes que se utilizan usualmente en la hallaca no eran originarios de Venezuela, por lo que encontrarlos en Europa es una tarea muy sencilla. «La hallaca es muy bien recibida por los catalanes, debido a los ingredientes que lleva; ellos sienten un sabor muy familiar, así que les encanta», dijo.

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José Rodríguez, venezolano de 54 años, cuenta que en Andorra, al suroeste de Europa, se encuentran todos los ingredientes una vez que diciembre se acerca. «Aquí se consigue de todo, incluso la harina de maíz original. Las hojas de plátano las traen congeladas, pero no son difíciles de conseguir. De todo modos, desde octubre o noviembre se pueden pedir desde España algunos ingredientes para que ya estén aquí en diciembre», apuntó.

¿Ya hicistes las hallacas? En El Pitazo nos gustaría saber dónde y cómo preparas nuestro inolvidable plato decembrino. Por favor, déjanos abajo tus comentarios

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