México.- La colombiana Estefanía, el venezolano Jhondeiby y su bebé recién nacido sufrieron un secuestro en Ciudad Juárez, México, y perdieron su cita de asilo en Estados Unidos (EE. UU.), una historia que refleja la creciente violencia y hostilidad que afrontan los migrantes en la frontera norte de México por las crecientes restricciones.
«Nosotros veníamos con la propuesta de poder entrar con nuestra cita, de pasar legal, pero en el camino tuvimos un inconveniente: fuimos secuestrados. Duramos 20 días secuestrados, pagamos 7.500 dólares y gracias a que pagamos nos soltaron«, relató Estefanía a la agencia de noticias EFE.
La joven explicó que para pagar el secuestro, la madre de Jhondeiby tuvo que vender su casa.
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«Realmente no fue nuestra culpa perder la cita, solo que del otro lado (Estados Unidos) no lo entienden y es un poco frustrante para nosotros, que no hallamos qué hacer, realmente ya debemos mucho dinero», dijo Estefanía llorando con su bebé en los brazos.
Asimismo, la mujer reveló que los amenazaron con matar a su hijo. «Nos decían que iban a matar a mi hijo, muchísimas cosas, entonces yo salí traumada. Me da miedo que un carro se pare, me da miedo cualquier cosa, por eso yo quiero cruzar ya», dijo.
El joven venezolano, quien trabajaba en repartos domiciliarios, cuenta que hace tres meses atravesaron la selva del Darién, que divide a Colombia y Panamá.
“Hemos sufrido bastante porque no tenemos dinero, ya no tenemos cómo comer. Ya estamos pasando trabajo porque no tenemos dónde estar, estamos quedándonos en la calle, en un parque con el bebé en una carpa y ha estado difícil”, expone.
El muro, las púas y la excesiva vigilancia de la Guardia Nacional y la Patrulla Fronteriza, además de las boyas en el río Bravo y el cerco de alambre que colocó el gobierno de Texas, complican la situación de quienes buscan entrar a Estados Unidos.