San Carlos.- Cerca de dos años tenía Agustín González Zambrano, ciudadano español, de haber viajado a Perú, mismo tiempo en el que sus familiares perdieron todo contacto con él. Su suerte cambió el lunes 16 de noviembre, cuando el venezolano José Gregorio Álvarez lo encontró vagando y comiendo de la basura. A partir de ese momento, Agustín González ya no forma parte de las listas de personas extraviadas que maneja SOS Desaparecidos, organización a la que acudió una de sus hermanas para encontrarlo.
Un venezolano que reside en Lima lo encontró vagando por las calles, luego de que sus parientes denunciaran su desaparición a través de las redes sociales y la organización SOS Desaparecidos.
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Las buenas acciones hay que reconocerlas y divulgarlas y hoy el protagonista es José Gregorio Álvarez, quien es la ciudad de #SanCarlos, en el estado #Cojedes, y quien ayudó a Agustín González Zambrano, el español cuya familia le había perdido el rastro desde que viajó del país europeo hasta Perú para visitar a una persona a la que nunca localizó.
La desaparición de Agustín González fue denunciada por su familia, porque además de perder el contacto, también presenta una condición de salud que requiere de medicamentos para evitar que se agrave.
De acuerdo con información recabada, ante la falta de respuestas, la familia contactó a la organización SOS Desaparecidos para intentar dar con el paradero de Agustín González Zambrano.
Encuentro inesperado
José Gregorio Álvarez es oriundo de San Carlos, tierra que lo vio nacer y de la que tuvo que emigrar en busca de un mejor futuro. La situación económica y la falta de oportunidades lo llevaron a salir de su Cojedes natal hace poco más de dos años a probar suerte en otras latitudes.
Álvarez salió como cada día a sus labores y vio a un señor que comía de la basura; se le acercó y le preguntó que si tenía hambre, a lo que el hombre asintió.
-Esperame aquí que te voy a comprar un almuerzo-, le dijo José Gregorio a quienes sus allegados conocen como «Tiori».
Al entregarle la comida le comenzó a preguntar por su familia y de dónde era. El hombre le respondió que había venido de España y que su intención era encontrarse con una persona a la que nunca consiguió.
Rápidamente, José Gregorio comenzó a buscar en las redes sociales y encontró a la hermana en Facebook y se la puso al teléfono. -Esa es mi hermana Rafaela-, exclamó.
Rafaela, al no tener noticias de Agustín, decidió hacer una publicación en una organización que se encarga de buscar a las personas extraviadas, SOS Desaparecidos, a quien le suministró el número de José Gregorio, quien después fue contactado por sus directivos.
Representantes de SOS Desaparecidos le pidieron que si podía ayudarlos y llevar a Agustín al Consulado español, a lo que accedió sin problemas. Al llegar a la sede consular los representantes conocían el caso y comenzaron los trámites para la repatriación del ciudadano que estuvo desaparecido cerca de dos años.
Les informaron que solo se requería el consentimiento de que Agustín quisiera regresar a España, que la familia pagara el boleto y alguien lo reciba en Madrid.
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Mientras pasan los trámites burocráticos, José Gregorio sigue con el apoyo a Agustín, lo ayuda con la comida y con lo elemental para su sustento. Todos los días Agustín va al trabajo de José Gregorio a conversar y a socializar, pues asegura que en los dos años que tiene perdido en Lima casi no habló con nadie.
Hasta el momento, su caso no se ha resuelto, pues el Consulado español no puede emitirle un nuevo pasaporte para que viaje y solo le puede otorgar un salvoconducto. Mientras tanto, sigue con su ángel de Navidad hasta que pueda materializar su regreso a la madre patria.