Caracas.- Carolina Anzola Herrera, una migrante venezolana, manifestó en entrevista para Primer Impacto, de Univisión, que desea regresar a su país natal luego de que su pareja murió en el río Bravo, que marca la frontera entre México y Estados Unidos.
La venezolana narra que llegó con su pareja, a quien llama Moisés, a Piedras Negras, México, en septiembre de 2024. La madre venezolana, embarazada en ese momento, intentaba cruzar el río Bravo junto a Moisés y su hija de un año, en busca del sueño americano. Sin embargo, él fue arrastrado por la fuerte corriente del río y murió.
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«En pleno río me dice: ‘Amor, vamos a tomarnos la última foto aquí para que vean que pudimos llegar’. Y yo le respondí: ‘No, Moisés, ya tengo frío. Mejor salgamos del río'», relató la joven.
Tras la pérdida de su pareja, Carolina encontró refugio en un albergue en Piedras Negras. Allí, el 9 de enero, dio a luz a su segunda hija. La ilusión de un futuro mejor en Estados Unidos se desvaneció; ahora, su único anhelo es regresar a Venezuela para intentar reconstruir su vida junto a sus dos pequeñas. «¿Qué voy a hacer yo allá? (Estados Unidos). No tengo a nadie allá, voy a pasar más trabajo», reconoció la venezolana.
Al asumir su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, el 20 de enero de 2025, Donald Trump puso fin al programa de parole humanitario para venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos mediante una orden ejecutiva firmada el mismo 20 de enero. La medida afecta a miles de migrantes que habían ingresado con este programa, implementado por la administración Biden en 2022.
Paralelamente, la administración Trump eliminó la aplicación CBP One y canceló las citas programadas para el ingreso de migrantes a través de la frontera sur, lo que afectó a unas 270.000 personas en México.