Táchira.- Neyda Coromoto Rebolledo Tovar, de 45 años, murió el 17 de abril en Cúcuta, Colombia, luego de la detonación de un artefacto explosivo en el parque Mercedes Ábrego, en el centro de la ciudad. Otras siete personas también resultaron lesionadas.
Rebolledo era oriunda del estado Trujillo y aunque sobrevivió al ataque, minutos después falleció en el sitio. El explosivo estaba en una cesta de basura, cerca del Centro de Atención Inmediata (CAI), e impactó a quienes estaban en las inmediaciones.
Venezolanos con visados en Chile pueden votar en presidencial de 2024
El alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, informó a medios locales que la venezolana será repatriada a Trujillo. “Este acto es una clara retaliación contra los operativos y las aprehensiones que realiza nuestra policía en el área metropolitana. Estos actos no nos detendrán en la búsqueda de la paz y la tranquilidad de todos los ciudadanos y empresarios de nuestra ciudad”, aseguró Yañez.
No ofreció mayores detalles respecto al día y la hora del traslado del cuerpo de la mujer, tampoco sobre lo que hacía en el lugar. Sí aclaró que la trujillana tenía el Permiso Temporal de Permanencia que la facultaba para trabajar legalmente.
Medios cucuteños aseguraron que la mujer, apodada “Thalía”, era trabajadora sexual en la plaza y en el día vendía café y caramelos. Entre los heridos hay cuatro mujeres y tres hombres.
Ataque contra mujeres en Cúcuta
Aunque el alcalde Jairo Yáñez precisó que se trató de una retaliación contra el CAI de Cúcuta, la organización feminista Mujer Denuncia y Muévete emitió un comunicado en rechazo a lo sucedido y lo atribuyó a un ataque contra las mujeres que trabajan en el parque.
“Tenemos conocimiento suficiente para afirmar que, contrario a lo aseverado en medios de comunicación, el atentado fue en contra de mujeres víctimas de la trata y explotación sexuales y no contra la fuerza pública. Esto en un intento de acallar las denuncias e intimidar a las víctimas. Varias de las mujeres que transitan este sector están en situación de alta vulnerabilidad y explotación en la prostitución”, reza el texto.
Además, la organización feminista aseguró que asumió el gasto de la repatriación, en alianza con organismos de cooperación internacional. “Esta mujer tenía en su país una madre, unas hijas, quienes no sabían de su situación y no tenían contacto frecuente con ella”, concluye.