Caracas.- Guayabo, el boletín de El Pitazo dirigido a la diáspora venezolana, no solo es un espacio para hablar de ese sentimiento venezolano de nostalgia por las costumbres, comidas, gente y lugares, sino un lugar para conocer historias de aquellos que se fueron con muchos sueños por cumplir.
En la edición de este viernes, 25 de agosto, la periodista Mireya Tabuas narra la historia de Waleska Montenegro, una venezolana en Ecuador que emprendió y cambió su vida gracias a las flores.
Montenegro, oriunda de Caracas, asegura que la migración no fue el primer giro que dio en su vida. Durante su día a día en Venezuela pasó de ser una persona de fiestas, alcohol y drogas a llevar una rutina llena de deportes y buena alimentación. También dejó las sustancias.
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En 2002, junto a su esposo, decidió emprender, ya que ambos se habían quedado sin empleo por el paro petrolero. Comenzaron vendiendo ramos de flores pequeños y poco a poco incluyeron más variedades de flores, hasta que lograron inaugurar Aflora Flower Market en el Centro Comercial Galerías Los Naranjos, donde trabajaron por 15 años, pero en 2017 decidieron emigrar a Quito, Ecuador.
«Ahora éramos dos sedes de Aflora, la de Quito y la de Caracas. Dejamos la floristería de Venezuela activa, hasta que llegó la pandemia y no pudimos seguir pagando alquiler y condominio por un local que no podía abrir sus puertas. Nos reinventamos a tienda online”, dijo la venezolana, que luego se mudó a Guayaquil.
“Mi misión es conectar personas a través de las flores. Ser un instrumento de paz a través de ellas. En Caracas, lo entendí llenando y transcribiendo los mensajes de dedicatorias de tantos hijos fuera del país, cuando le mandaban flores a sus mamás que estaban en Caracas y yo lloraba. Todavía lloro y me emociono, porque aquí en Ecuador también emigraron muchos a España y he tenido el privilegio de conectarlos con sus padres a través de las flores”, contó a la editora de Guayabo.
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