Santiago de Chile. Antes de abrir en julio de 2019 Crescendo (@Crescendo), estudio de producción de música en Santiago, en conjunto con Katiuska Mayor (@neuroconducta), el cantante venezolano Ray Vargas (@rayvargasmusic) debió enfrentar una cadena importante de obstáculos.
Llevaba, en ese momento, cuatro años en el país. “El primero fue muy duro. En tres oportunidades me llegó el fin de mes y no tenía para pagar el arriendo, quitando prestado conseguí en las tres oportunidades el dinero del arriendo, gastos comunes, servicios y una vez pagados, me decía: Ajá. ¿Y ahora qué?”, recuerda Vargas, graduado de informático en Caracas, donde fue jefe de esa área por 9 años en Farmayor.
Vargas, de 38 años, cuenta que caminó muchísimo entregando currículos y al llegar a su apartamento se quedaba mirando sus pies maltratados.
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“Trabajé vendiendo seguros durante tres meses y no me pagaron ni un peso a pesar de que vendí varias veces. Inicié mi primer emprendimiento vendiendo maníes confitados. Hice ventas de mudanzas internacionales. Fui jefe de una operación de CCTV en Coca Cola Andina, pero sentía que buscaban una manera para fregarme y por eso en tres oportunidades no me alcanzaba para el arriendo», sostiene.
Como anécdota, destaca que cuando comenzó a vender maníes confitados nunca le compraban. “Después de un mes le dije a un señor. ‘Mire, hagamos algo. Yo se los voy a dejar. No me los pague hoy (era lunes). Si los vende usted me los paga. Aquí está mi número, cualquier cosa me llama. Vengo el viernes, si no los vendió me los llevo y no pasa nada”, pero el miércoles me estaba llamando para decirme que había vendido todo y que quería hacer un pedido doble de mis productos. Desde allí todo comenzó a mejorar. Llegó mi visa temporaria y todo cambió”, cuenta.
Su perseverancia le permitió crecer.
Luego de cuatro años destaca en la empresa trasnacional Brightstar como soporte de campo y su sociedad con Katiuska, quien además es su pareja, le permite hablar con entusiasmo de @Crescendo, emprendimiento que inició con una oficina en la comuna de San Miguel que cerró por la pandemia, pero que gracias a actividades virtuales mantiene un crecimiento importante.
“En este proyecto iniciamos con un profesor, hoy tenemos siete profesores y alumnos en países como Panamá, Canadá, Estados Unidos y México. Nuestra modalidad es netamente online y en algunos casos presenciales siempre y cuando la pandemia lo permita”, advierte este músico que produjo el mensaje navideño de la organización Venezolanos en Chile 2018 y ha tenido la oportunidad de participar en el Miss International Chile, la Teletón y el Miss Venezuela en Chile.
“Toda mi vida he sido músico y cantante. Me traje mi estudio de grabación de Venezuela y con él una producción con uno de los integrantes de la Súper Banda de Venezuela, Luis Fernando Borjas”, detalla Ray, quien al emigrar a Santiago se trajo 10 maletas con sus equipos.
Vargas asegura que el secreto de su éxito es contar con una metodología propia, desarrollada por los propios profesores con base en sus experiencias. “Y, por supuesto, con nuestro criterio de que la música puede ser académica y popular al mismo tiempo, hemos logrado potenciar a cada uno de nuestros alumnos. De hecho, nos encontramos en búsqueda de más profesores porque seguimos creciendo”, agrega y suelta como reflexión: “Debemos respetar las normas y leyes de cada país, adaptarnos y evitar criticar”.
– ¿Cómo valora a los venezolanos migrantes en el mundo y en Chile?
El área en la que me desenvuelvo está llena de muchos talentos musicales. Los profesionales también somos personas muy preparadas, con conocimientos sólidos en las materias en las que nos preparamos, en algunos casos alcanzando cargos importantes en cada país.
– ¿Cómo ha sido su relación de vida con los chilenos?
En general muy bien. Una vez que te ganas la confianza del chileno se abren y se comportan como lo que son, excelentes personas. Te atienden en casa y te hacen sentir en casa.
– ¿Qué mensaje le das a la migración venezolana en Chile y el mundo?
Creo que la palabra clave para cualquier migrante es paciencia. Cada país se mueve a su propio ritmo, tiene sus propios problemas y sus propias soluciones, sus propias leyes. Así que tómense su tiempo, entiendan al país al que migraron y nunca, pero nunca se duerman. Trabajen duro. Se van a equivocar mil veces así que entonces inténtenlo 1.000 veces más una y las que sean necesarias. Siempre he pensado que migrar es como volver a ser bebé, pues uno vive preguntando ¿como le dicen a esto?, ¿donde queda esto?, ¿por qué?, ¿cómo? Solo que ya eres un adulto y debes aprender muy rápido. En ese proceso intenta todo lo que puedas para que encuentres el camino que buscas para ser feliz. Si quieres emprender, pues hazlo con todo el corazón y nunca te desmayes. Habrá momentos muy duros, en los que te sentirás devastado, en los que sentirás que no podrás continuar, pero créeme: si vas a poder y seguramente tu momento está por llegar. Todo pasa, todo es temporal. Sigue adelante que sí se puede.
Por @CronicasDeChile